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España España · Cordoba
Voto de Tim:
10
Terror Un año después del asesinato de su madre, Sidney (Neve Campbell) vuelve a vivir una situación angustiosa: mientras un terrible psicópata tiene aterrorizado al barrio, su padre está siempre ausente y su novio está a punto de romper con ella.
24 de noviembre de 2008
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando Kevin Williansom escribió la frase "¿Cuál es tu película de terror favorita?" en el guión de lo que posteriormente sería Scream, no podía ni imaginar el éxito que iba a suponer las andanzas de Ghostface en el pequeño pueblo de Woodsboro.
El cine de terror llevaba muerto muchos años, los estudios cinematográficos ya no consideraban el género como rentable y las pocas películas que se hacían, iban destinadas principalmente al mercado del video.
Sin embargo, la Miramax sabedora de que tenía un guión que podía triunfar entre el público adolescente, contactó con Wes Craven para darle las riendas de un proyecto que se estrenó en los cines a principios de 1996.
El comienzo de Scream pese a parecerse bastante al de When a stranger calls, es brillante. Esa escena inicial en la que el asesino juega con su víctima a través de una llamada telefónica sienta las bases de la película y de sus dos posteriores secuelas.
Wes Craven acierta de pleno colocando a Drew Barrymore como la primera víctima de Ghostface, ya que nadie espera que el rostro más conocido de todo el reparto muera nada más comenzar la película. Este recurso en el que un actor famoso es asesinado en el arranque ha sido usado con posterioridad en varias películas, incluso en subproductos como Tuno negro.
Cuentan que a Harvey Weinstein dueño de la Miramax, la máscara que usa Ghostface inspirada en el cuadro El Grito de Munch, le parecía ridícula. Sin embargo, a Craven le gustaba tanto (de hecho la compró el mismo en una tienda de carretera) que la uso en la escena inicial pese a la negativa de su "jefe". Al enseñarle lo que había rodado a Weinstein, éste cambió su postura inicial y acabo por reconocer que la máscara encajaba perfectamente con el asesino. Con el paso de los años, Ghostface se ha convertido en un icono tan popular como Freddy Krueger o Jason Voorhees.
Es normal que un título de terror haga guiños a otras cintas. Sin embargo, Scream es un bombardeo constante de referencias cinéfilas, donde el personaje de Randy es su mayor exponente. Sus teorías sobre las películas de terror, el endiosamiento que profesa a Jamie Lee Curtis, los guiños a películas como Halloween o Pesadilla en Elm Street están a la orden del día.
Si hay algo que reprocho a Scream son dos cosas. En primer lugar no me gusta Neve Campbell como Sidney Prescott. Su cara de niña buena no me convence y creo que le da una interpretación muy sosa al personaje principal de toda la saga. La otra cosa que me defraudó fue su final tan tramposo. Durante toda la película Craven va dándote pistas (algunas buenas y otras no) para ayudarte a descubrir la identidad del asesino: La única llamada que puede hacer Billy desde la cárcel, un primer plano de los zapatos del sheriff que coinciden con los que calza el asesino... Sin embargo, cuando descubres que no hay uno si no dos asesinos, te da la sensación de que el juego espectador-director está amañado.
Tim
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