Esta historia la hemos visto miles de veces representadas en obras de teatro, en el cine, en la televisión, etc. Debido a un hecho determinado, dos personas se intercambian sus respectivos cuerpos y viven la vida del otro, con las correspondientes anécdotas divertidas. La historia no es original, aunque cierto es que tiene algunos momentos graciosos, sobre todo aquellos protagonizados por Curtis. Lo mejor, la moraleja que podemos sacar, que es la del valor de la empatía, o lo que es lo mismo, saber entender a las personas poniéndonos en su lugar y evitando el egocentrismo. El mismo título de la película lo dice.

Las interpretaciones han sido suficientes para lo que se requería, y también la música. Y no sé qué más decir, porque todo ha transcurrido con total normalidad, sin destacar. Un 5'5.