Esta película, como otras, nos hace reflexionar sobre el valor de la diversidad, en este caso, relacionarnos con personas diferentes a nosotros y que pueden aportarnos nuevos aprendizajes, emociones, y enriquecer nuestra cultura. En este caso, se refiere a la raza negra y a las personas obesas, que no tienen el prototito de "belleza" que se difundía por aquellos años (tengamos en cuenta que está ambientada en los años sesenta, y por aquellos años había mucho racismo e incluso se veían como "raros" a personas obesas, e incluso que tuvieses gafas). Nos hace reflexionar acompañándonos de una simpática historia bien contada, musical, con muchas coreografías bonitas y un reparto de actores magnífico, destacando a Michelle Pfeiffer, Christopher Walken y, lo más increíble, ver a John Travolta interpretando a una mujer, que bien podría en España hacerles la competencia a Los Morancos haciendo de Omaíta y Antonia.

Las canciones son excelentes, y el chico de "High School Music", aunque no se haya lucido demasiado, cumple con su rol de seguir interpretando al joven guapito que canta y a la vez tiene muchos sentimientos. También el maquillaje, vestuario, ambientación, créditos, ...han sido destacables, adaptándose a la época, evitando cualquier anacronismo (a menos que se me haya escapado alguno). Se las recomiendo para echar un buen rato, enseñarles valores a sus hijos e incluso cantar las canciones y aprender las coreografías, además de que, como ya he dicho, resulta divertido ver a John Travolta haciendo de Antonia...perdón, de la madre de Tracy. Tal vez habría que haber profundizado más en la reflexión, pero sirve como punto de partida. Un 8'5.