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España España · Barcelona
Voto de AMQE:
3
Comedia. Drama Una joven pareja que espera su primer hijo recorre Estados Unidos buscando el lugar ideal para quedarse y crear una familia. Cuando Burt (John Krasinski) y Verona (Maya Rudolph) se enteran de que van a tener un niño, sufren una crisis de pánico: no soportan el lugar donde viven; además, como los padres de Burt están a punto de mudarse, no podrían contar con su ayuda. Deciden entonces emprender un viaje en busca de un lugar para echar ... [+]
13 de diciembre de 2009
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En “Flores rotas”, Don Johnston, el personaje interpretado por Bill Murray iniciaba un viaje en busca de antiguas amantes para reencontrarse a si mismo. En “Un lugar donde quedarse” es la pareja protagonista quien emprende un viaje al encuentro de familiares y amistades, con el fin de encontrar un lugar idóneo en el que criar a su futura hija, pero también se vislumbran las mismas necesidades vitales que motivaban al personaje del fim de Jim Jarmusch. Y no solo comparten un mismo esquema ambos films, sino que también se aprecia en las dos películas las constantes que suelen caracterizar el llamado “cine independiente”, además de estar marcadas sus historias por un sabor agridulce.

“Un lugar donde quedarse”, estructurada en diversos episodios parte de una premisa atractiva que sin embargo se tuerce conforme avanza el metraje, sobre todo por culpa de una falta de cohesión entre las distintas historias y unas situaciones pretendidamente cómicas que no alcanzan su propósito en ningún momento. Las idas y venidas de una serie de personajes a cual más grotesco acaban por echar por tierra una película que no sabe aprovechar un buen planteamiento inicial y lo que podría haber sido una buena reflexión sobre la importancia del entorno a la hora de construir una familia acaba siendo una sucesión de escenas con poca gracia y unos resultados tanto en cuanto a comedia como en cuanto a drama más bien pobres. Ni el esforzado trabajo de la pareja protagonista, ni las canciones de Alex Murdoch ni siquiera la solvencia de un director contrastado como Sam Mendes logran levantar el vuelo de una película que empieza a olvidarse tan pronto como acaban los títulos de crédito.

Lo mejor: el poso de desencanto que transmite la pareja protagonista.

Lo peor: un guión (sorprendentemente muy valorado), flojo, flojo, flojo.
AMQE
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