Esta película tiene dos cualidades, una la trama y la otra su tratamiento; es interesante ver una película española en la cual se aborda un tema extremo que para este caso es hasta donde puede llegar el límite de las apuestas, ligado al don de la suerte que tienen algunas personas, hasta el punto en el cual es espectador queda con la inquietud si lo que se presenta es real.

Y esta percepción es generada por toda la puesta en escena, tanto la credibilidad que reflejan los actores como los escenarios utilizados.

El único punto negativo es la lentitud que se da en la primera media hora; después alcanza un buen ritmo que se suma a la serie de secuencias donde se crea la expectativa sobre cual será la apuesta final.