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Voto de BaKuLaLU:
8
7,3
5.869
Drama
Ángel (Ovidi Montllor) es un cazador furtivo que vive en un bosque con su madre (Lola Gaos), una mujer tiránica y violenta. En uno de sus escasos viajes a la ciudad, conoce a Milagros (Alicia Sánchez), una chica que ha huido de un reformatorio y que es la amante de un delincuente llamado El Cuqui. Ángel la protege y la lleva a su casa. La animosidad de la madre hacia Milagros, así como la atracción que Ángel siente hacia ella desembocarán en un drama. (FILMAFFINITY) [+]
23 de junio de 2009
6 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esto le dijo Borau a Gutiérrez Aragón: "Quiero hacer una película en un bosque y con Lola Gaos". Lola Gaos que lo había encandilado en "Tristana" con su personaje de Saturna.* El bosque es la inmensidad de España, Lola Gaos, será la "Saturno" de la película, llamada en esta ocasión Martina.
Es una película en la que cada plano está cuidado y meditado, que representa lo que quiere enseñar Borau. La censura no autorizó la licencia para proyectar la película y un director avispado se la mostró a la crítica para poder estrenarla sin cortes, dejándonos una impresión y una obra real y sincera, que muestra una realidad social; un Gobernador tonto, y los amiguetes de cacería. La crítica impresa en estas acciones: cacerías deleznables, como califica el propio director. Una madre que quiere retener a su hijo, una mujer sensual que lo engatusa, y como complementos imprescindibles de la España de aquella época, la Guardia Civil y el Cura. Todo eso mezclado da como resultado una dura, pero a la vez cómica película que refleja simplemente una parte de esa España tardofranquista. En esa España las luces brillaban por su ausencia y queda demostrado en ése frívolo gobernador, carente de lucidez, en sus tititireros acompañantes y en un guión perfectamente orquestado y preparado para conseguir una película en la que se masca la tragedia.
* Explicación en el spoiler (contiene partes del final).
Es una película en la que cada plano está cuidado y meditado, que representa lo que quiere enseñar Borau. La censura no autorizó la licencia para proyectar la película y un director avispado se la mostró a la crítica para poder estrenarla sin cortes, dejándonos una impresión y una obra real y sincera, que muestra una realidad social; un Gobernador tonto, y los amiguetes de cacería. La crítica impresa en estas acciones: cacerías deleznables, como califica el propio director. Una madre que quiere retener a su hijo, una mujer sensual que lo engatusa, y como complementos imprescindibles de la España de aquella época, la Guardia Civil y el Cura. Todo eso mezclado da como resultado una dura, pero a la vez cómica película que refleja simplemente una parte de esa España tardofranquista. En esa España las luces brillaban por su ausencia y queda demostrado en ése frívolo gobernador, carente de lucidez, en sus tititireros acompañantes y en un guión perfectamente orquestado y preparado para conseguir una película en la que se masca la tragedia.
* Explicación en el spoiler (contiene partes del final).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
* Y es que ante tal idea de Borau, de Saturno devorando a su hijo, Gutierrez Aragón se escandalizó. ¿Pero por qué devorar a su hijo?. Pues de la misma manera que Saturno, en la mitología clásica, devora a su hijo, Lola Gaos, Martina, posee a su hijo hasta tal punto de "facilitarle" la vida, quitándose de enmedio a esa mujer, Milagros.
La reacción de hijo lleno de ira, matando al ciervo del gobernador, refleja esa reacción, ese desprecio de un hijo a su madre, al igual que en escena en la que saca a la madre de la cama a la fuerza. Unas escenas que mezclan el odio, la ira, y la venganza. Venganza que se sirve el propio hijo, sin enseñar nada más. Ahí acaba la película, sin nada más que añadir, a pesar de tener rodado el final sangriento.
La reacción de hijo lleno de ira, matando al ciervo del gobernador, refleja esa reacción, ese desprecio de un hijo a su madre, al igual que en escena en la que saca a la madre de la cama a la fuerza. Unas escenas que mezclan el odio, la ira, y la venganza. Venganza que se sirve el propio hijo, sin enseñar nada más. Ahí acaba la película, sin nada más que añadir, a pesar de tener rodado el final sangriento.