Divertidísima película del bueno de Clint, donde saca a relucir toda su socarronería, con unos diálogos mordaces y caústicos, como pocos. El hecho de que haya algún sector que la critique como panfleto yankee, deja muy a las claras, lo cortito de mente de algunos. Está claro que para poder rodar en campos de entrenamiento y con tecnología militar, algo de publicidad hay que hacer, pero de ahí, a que sea un reclamo propagandístico militar, va un abismo.
Lo mejor de la pelicula son los diálogos, sin lugar a dudas, donde Mario Van Peebles, hace el papel de su vida...y el resto de reclutas-chalados no tienen desperdicio, a pesar de que alguno "no hable nuestro idioma".
Genial, e imprescindible para todo buen cinéfilo o adicto al cine de verdad, ese que no engaña a nadie.