Esta película no llega a ser tan transgresiva como Clerks, pero para mí es la mejor de Smith. Lo más ingenioso del film son indudablemente los diálogos, sobre todo porque en ellos se refleja claramente la forma de ver el mundo de los dos personajes principales: uno totalmente masculino idealizador y otro femenino realista. En medio de los protagonistas aparece el personaje interpretado por Jason Lee que anda un tanto perdido y no se decanta ni por un lado ni por otro.

Es uno de esos filmes que te llega, que se mete en tu cerebro y te hace sentir más humano. También cabe destacar que resulta inolvidable el comentario de Bob el silencioso, ése que da sentido al título de esta genial película.