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Voto de Snowflake:
7
12 de febrero de 2014
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película parte de una premisa que hemos visto hasta la saciedad: cinco amigos, acompañados de una ingente cantidad de drogas, van de despedida de soltero a “Las Vegas”.
Hasta aquí todo les puede parecer normal, pero se equivocan. Su mayor virtud es que rompe con el género, presentando problemas de verdad, porque las tremendas resacas que te hacen llegar tarde a tu boda no son nada en comparación con esta bacanal de sangre, que con la excusa de mostrar un “secreto” compartido por unos amigos al más puro estilo “Cuenta conmigo” (1986), acaba profundizando en una locura abocada a la autodestrucción como si de “Un día de furia” (1992) se tratase.
Con un ritmo narrativo digno de alabar, el filme se nos presenta como un ejemplo del crescendo más absoluto, haciéndonos creer que en 15 minutos ha rebasado los límites de la moral más laxa y demostrándonos que no ha hecho más que empezar, con un desarrollo capaz de quitarte el aliento y un desenlace que te hará querer gritar o reír a carcajadas en función de cómo hayas asimilado todo lo anterior.
Cabe destacar la interpretación de Christian Slater, la primera correcta desde “Amor a Quemarropa”.
En conclusión, un filme no apto para estómagos sensibles que hará las delicias de los amantes del humor negro.
Hasta aquí todo les puede parecer normal, pero se equivocan. Su mayor virtud es que rompe con el género, presentando problemas de verdad, porque las tremendas resacas que te hacen llegar tarde a tu boda no son nada en comparación con esta bacanal de sangre, que con la excusa de mostrar un “secreto” compartido por unos amigos al más puro estilo “Cuenta conmigo” (1986), acaba profundizando en una locura abocada a la autodestrucción como si de “Un día de furia” (1992) se tratase.
Con un ritmo narrativo digno de alabar, el filme se nos presenta como un ejemplo del crescendo más absoluto, haciéndonos creer que en 15 minutos ha rebasado los límites de la moral más laxa y demostrándonos que no ha hecho más que empezar, con un desarrollo capaz de quitarte el aliento y un desenlace que te hará querer gritar o reír a carcajadas en función de cómo hayas asimilado todo lo anterior.
Cabe destacar la interpretación de Christian Slater, la primera correcta desde “Amor a Quemarropa”.
En conclusión, un filme no apto para estómagos sensibles que hará las delicias de los amantes del humor negro.