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España España · Sevilla
Voto de FcoSB:
9
Musical. Comedia. Terror Cuando una pareja regresa de la boda de unos amigos, estalla una violenta tormenta y el coche se les avería. Así las cosas, no tienen más remedio que refugiarse en un castillo, donde el doctor Frank-N-Furter vive entregado a la fabricación de una especie de Frankenstein. (FILMAFFINITY)
26 de diciembre de 2014
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Las canciones de The Rocky Horror Picture Show son deudoras de un estilo musical muy vigente a mediados de los 70 como era el glam rock. Nos encontramos con canciones rockeras de estructura sencilla, pegadizas, que en muchos casos beben del rock & roll clásico de los 50, con el añadido de la estética musical glam de moda en los 70: exceso de maquillaje, botas con plataformas; y mucha ambigüedad y provocación. Estas características están llevadas al límite en el personaje principal de la historia: el Dr Frank N. Furter, interpretado por un inspiradísimo Tim Curry.

El Dr Frank N. Furter, al igual que el Frankenstein de la novela de Mary Shelley, pretende jugar a ser Dios pero no para conseguir un avance sin precedentes en el mundo de la ciencia, sino por la mera excusa hedonista de crear al hombre perfecto para su propio disfrute y placer. El resultado no es otro que Rocky Horror, de cuerpo perfecto pero pocas luces.

La película que adaptaba la obra teatral creada por Richard O’Brien, Riff Raff en la cinta, es un homenaje marciano a Frankestein, Drácula (hasta hay un personaje que puede recordar a Van Helsing: el Dr. Everett Scott) y películas de ciencia ficción de serie B, todo ello con una estética decadente y provocadora. Y es que hay algunos temas musicales que inevitablemente se quedan grabados en el cerebro como por ejemplo: el Science Fiction Double Feature del inicio, entonada por esos sensuales labios; el Time Warp con su peculiar coreografía; o Sweet Transvestite que supone la petarda aparición de Frank N. Furter en pantalla.

Susan Sarandon, en uno de sus primeros papeles, da vida a Janet, una jóven recién casada que junto con Brad, su marido, van a parar, debido a una avería en el coche, a la mansión de Frank N. Furter… Allí la pareja se irá dejando llevar poco a poco por la orgía de placer que les ofrece el doctor, hasta el punto de que Janet suplicará ser poseída por la criatura de la noche en Touch-a Touch-a Touch me, quizá el momento estelar de la actriz en la película. Acompañan también Frank N. Furter y Riff Raff, Magenta y Columbia, sin olvidar a Eddie, el novio canalla de Columbia, de la mano del genial Meatloaf.

En definitiva, un musical que me encanta, en gran parte, por la magnífica banda sonora que descubrí antes incluso que la propia película. Me resulta sobre todo muy divertida y me encantaría asistir, al menos una vez en mi vida, a una de esas proyecciones interactivas que se siguen haciendo de la misma.
FcoSB
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