Película de resultado muy pobre. Tiene dos errores fundamentales; el más importante es el enfoque, el cual es equivocado, en una película de aventuras queremos emoción y un toque de seriedad. No digo que no pueda tener su dosis de comedia, pero no de esta forma tan surrealista y burda. El humor es digno de un niño de primaria, produciéndose situaciones que hacen decaer totalmente nuestro interés por el descubrimiento del tesoro. Segundo error, los personajes. ¡Que puedo decir! Todos dan vergüenza ajena y no se salva ni uno solo en ninguna escena. Los dos gays cocineros insoportables, el malo de opereta Kevin Hart, la hija retrasada de Donald Sutherland... en fin, hay para elegir. Del argumento no merece la pena hablar porque es de una banalidad alarmante.

Lo de Matthew McConauguey da más pena, porque hemos visto en el presente que es un buen actor que tiene cosas muy interesantes que ofrecer. Cuantos años perdidos con subproductos como el que nos ocupa. Aquí sobreactúa y hace una cantidad de aspavientos anonadantes. Kate Hudson en su línea actotal, fatal. Y Donald Sutherland, menudo papelón. Su personaje es una aberración, un viejo rico que se deja mangonear por quien sea y se pasa todo el metraje con una sonrisa de tonto que no te explicas.