Soy un fan de las películas de vengadores desde que Charles Bronson se enfundara el traje. Me cae bien Jason Statham y reconozco la valía de David Ayer, así que "Beekeeper" promete, por lo menos, un buen entretenimiento. Da lo que se espera pero poco más.

La trama es demencial y no posee ni un ápice de credibilidad. La venganza de un miembro retirado de una célula secreta del gobierno contra una panda de estafadores que entronca con las altas esferas es ruidosa, furiosa y muy ochentera. Estéticamente me divierte las camisas de los malos, el outfit de la fiesta de las escenas finales o las pintas de la "beekeeper" que se enfrenta al prota en la gasolinera. Y disfruto del aspecto "bitchy" de la Presidenta de los EEUU o de los elegantes paseos de Irons y Driver ante tanto disparate.