Ya está. Jurassic Park 3 ya salió al cine lista para que aquellos que disfrutaron enormemente de las dos anteriores y espectaculares partes paguen la entrada. Totalmente comercial. Se acabó ese aura tan maravilloso que tenían las dos entregas anteriores, y esa magia, originalidad e innovación. Ahora llega la parte que se encarga de destrozar lo que se consiguió. Y es que parece que cuando una película y su secuela son buenas (como es el caso de Scream) llega la tercera parte que se las carga.
Parque Jurásico III es aburrida, nada innovadora, típica y predecible. Con una excusa estúpida todos regresan a Isla Sorna para ser perseguidos por dinosaurios hambrientos y tratar de salvarse. Y entre bostezo y bostezo nos empezamos a acordar de la madre de los que se les ocurrió participar en esta basura.
Sin duda tenemos que dar gracias tanto a Joe Johnston, como los productores por bajar totalmente el nivel obtenido por las dos anteriores.
Gracias por destrozar una obra del séptimo arte.