En estos tiempos que vivimos, era extraño que una historia como esta no hubiera tenido una película como dios manda. Pasados ya más de 20 año, de los acontecimientos, ha llegado el momento de narrar esta dura historia.
En la trama, la crueldad es uno de los aspectos que más se ensalza, ya que tanto su madre como su marido no escatiman, en ningún momento, en usar tanto la violencia física como la psicológica... y es aquí donde vemos ómo nace la patinadora, la estrella, pero que a la vez ha de luchar en este camino hacia el éxito contra todos ellos. Es una muñeca rota, en un hogar desestructurado y que por mucho que demuestre ser la mejor, siempre encontrará gente que le ponga obstáculos en su camino. Para muchos de sus fans, ella es una heroína; pero para otros (prensa, jueces, policía...etc), es una villana. En esta lucha, vemos todos estos vaivénes que ella tiene, a base de un montaje frenético. Destacaremos una banda sonora llena de éxitos (la secuencia con Goodbye Stranger, es de chapeau).
Y lo más importante, su protagonista: Margot Robbie, espectacular desde todos los puntos de vista, demostrando que es algo más que una cara bonita. Un papel de aquellos que tanto gustan en Hollywood, impecable interpretación, sintiendo sus miedos, y sus alegrías. Sería injusto decir que Alison Janney, en el papel de madre de la protagonista no está impresionante, pero es que la Robbie está casi perfecta.
Sin duda un film que gustará, en el que quizás hay algunos aspectos que no se tratan, pero esto no resta a la película que, a pesar de todo, consigue explicarnos que se puede llegar a lo más alto y a la vez caer a lo más bajo.