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España España · Illyria
Voto de FMPeriset:
9
Drama. Fantástico Dos ángeles sobrevuelan Berlín, ciudad dividida por el "muro de la vergüenza". Sólo son visibles para los niños y los hombres de corazón puro. Testigos impotentes que no pueden cambiar el curso de los acontecimientos, sienten una gran compasión por los seres humanos. Uno de ellos, decidido a conocer los sentimientos de los mortales, se enamora de una joven trapecista... (FILMAFFINITY)
20 de julio de 2022
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Poética, enérgica y filosófica, "El Cielo sobre Berlín" es una película triunfal y preciosa sobre las más elevadas bellezas de vivir una vida humana y nos recuerda la simplicidad y la sabiduría del día a día. "Cuando el niño era niño ..."

"El Cielo sobre Berlín" me parece un logro cinematográfico soberbio. Me ha encantado pero, evidentemente, reconozco que no es una película para todo el mundo. No porque sea dura de ver en cuanto a su contenido como lo es "La Lista de Schindler", sino porque su estructura narrativa es poco habitual. Invertimos various minutos en exposición de los protagonistas hasta que realmente empieza a desarrollarse el argumento propiamente dicho y aún cuando este comienza el ritmo es lento pero constante. Se siente personal, íntima, especial, única. Es una película reflexiva, matizada y conceptual, con una sofisticada e interesante premisa central, y precisamente por eso es una película pausada destinada para que la veamos tranquilos y podamos apreciarla con calma. Es en esos brillantes momentos pausados cuando alcanza su mayor profundidad psicológica y emocional y donde se siente con más vehemencia su poesía.

Seguimos a dos ángeles, Damiel y Cassiel, que han existido antes incluso del nacimiento de la humanidad y han sido testigos de los enormes cambios que ha sufrido el mundo. Invisibles a ojos adultos, Cassiel y Damiel se dedican a cuidar de los seres humanos. Durante la mayoría del metraje, vemos Berlín desde la perspectiva de los ángeles, que aunque son felices, ansían tener las sensaciones más cotidianas y banales de la vida humana, sobre todo a medida que vemos las inherentes limitaciones de su capacidad de cuidar de otros. La película alterna elegantemente el blanco y negro predominante con el color como metáfora existencial para marcar la frontera entre la vida angelical y la humana. De principio a fin, la película nos sumerge en el magnético imaginario del Berlín de la posguerra. Su contenido metafórico y su variado y vibrante simbolismo nos inducen a ver los ángeles, no tanto como seres fantásticos o sobrenaturales (dios está siempre ausente y los ángeles solo llevan sus alas durante los primeros minutos de la película), sino como algunas de las personas que pueden velar por nosotros en cualquier momento. Quizás por esa razón la película está "dedicada a todos los ángeles".

Cuesta un poco empatizar con los personajes humanos que conocemos al principio, pero a medida que nos acostumbramos a la forma de narrar, los vamos comprendiendo mejor. Gran parte de la historia se nos cuenta a través de medios visuales, y las habituales voces en off nos permiten escuchar los pensamientos internos de los personajes y por ello se nos presenta una visión de la vida humana en movimiento en el más puro estilo Joyceano. El personaje de Homero, que busca Potsdamer Platz y sueña con una epopeya sobre la paz, nos invita a pensar en la posibilidad de sanar viejas heridas. El personaje de Peter Falk aporta un toque humorístico y divertido que me ha arrancado varias sonrisas. Falk se interpreta a sí mismo mientras rueda una película sobre el pasado nazi de la ciudad. Aunque esta trama secundaria puede parecer, a priori, desconectada de los temas centrales de la película termina entrelazándose satisfactoriamente con el hilo conductor. Otro personaje importante es el de Marion, la hermosa trapecista del circo de la que Damiel se enamora sin ni siquiera llegar a poderse comunicar con ella.

"Ahora sé lo que ningún ángel sabe", nos comenta Damiel. Con su potente carga emocional y gracias a buenas actuaciones, sobre todo por parte de Bruno Ganz y Otto Sander, "El Cielo sobre Berlín" es un análisis definitivo sobre cómo y porqué el amor es lo que nos hace humanos. Tal vez, como demuestra la filósofa Martha Nussbaum reiteradamente a lo largo de su obra, el amor es lo que hace de nuestra vida una tragedia a veces, pero también es lo que le aporta su contenido y significado, y sin él no seríamos humanos, con nuestras fracturas y limitaciones, que a su vez nos traen la belleza, el optimismo y las emociones. Y no hay mayor historia de amor que la que consiste en amar la vida misma. "¿Cómo puede ser que yo, el que soy, no fuera antes de devenir, y que un día yo, el que yo soy, no sea más ese que soy?".

Al igual que Joyce, Montaigne, Shakespeare, Milton, Henry James, Eric Auerbach y muchas otras grandes figuras, la conmovedora, preciosa y alegre "El Cielo sobre Berlín" es una auténtica catedral del séptimo arte que destila humanidad en su estado más puro y nos invita a convertirnos no en ángeles sino en héroes, en héroes de la vida cotidiana... en héroes aunque solo sea por un día.

Nota: 9.0 / 10
FMPeriset
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