Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de J C:
8
Drama. Comedia Roberto (José Mota) es un publicista en paro que alcanzó el éxito cuando se le ocurrió un famoso eslogan: "Coca-Cola, la chispa de la vida". Ahora es un hombre desesperado que, intentando recordar los días felices, regresa al hotel donde pasó la luna de miel con su mujer (Salma Hayek). Sin embargo, en lugar del hotel, lo que encuentra es un museo levantado en torno al teatro romano de la ciudad. Mientras pasea por las ruinas, sufre un ... [+]
23 de enero de 2012
16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
En “El gran carnaval” (1951), una de las películas más incisivas de Billy Wilder, un periodista en horas bajas montaba un tinglado absolutamente sensacionalista en torno al accidente de un minero indio que se queda atrapado en un túnel y a quien retiene durante varios días para conseguir la noticia de su vida. Sesenta años después, Álex de la Iglesia, partiendo de un guión de Randy Feldman, ha reinterpretado esa historia en clave hispana, aunque en esta ocasión es el publicista Roberto Gómez, autor del famoso anuncio de Coca Cola y que pasa por un momento económico delicado, quien aprovecha un desgraciado accidente en unas ruinas de Cartagena para obtener notoriedad informativa y ganar así algún dinero.
El irregular de la Iglesia ha logrado con “La chispa de la vida” uno de sus mejores trabajos tras la cámara, aunque el planteamiento de la obra no sea especialmente original, teniendo en cuenta que el gran Wilder ya lo había contado. No obstante, el autor de “El día de la bestia” articula una película de buen ritmo, poniendo sobre el tapete las bajezas de que puede ser capaz el ser humano para salirse con la suya.
De especial relevancia es la radiografía que de la Iglesia hace del espectro televisivo y sus maniobras para conseguir audiencia, máxime en unos tiempos en que todos sabemos cómo las gastan las cadenas con tal de arrimar el ascua a su sardina. Aunque el cineasta deja cierto espacio a la esperanza, el retrato es francamente desolador y no son pocos los que salen malparados bajo su cámara, dispuesta en todo momento a sacar a la luz la miseria humana en toda su lamentable extensión.
Hay que señalar igualmente el excelente trabajo de los actores, empezando por el humorista José Mota, quien, dejando al margen algún leve atisbo de sobreactuación, cumple con creces en el rol de este publicista fracasado y padre de “la chispa de la vida”. También destacan una más que solvente Salma Hayek y un nuevamente magnífico Fernando Tejero, además de todo el plantel de secundarios que los arropan.
J C
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow