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Voto de Kwisatz:
6
4 de septiembre de 2016
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Un cuento mil veces contado de plácido visionado y totalmente irrelevante.
Así me atrevería a resumir en una línea lo que supone para mi Café Society en la filmografía de Woody Allen.
Yo no suelo fijarme demasiado en detalles técnicos como el vestuario, la iluminación o los escenarios pero en esta película son absolutamente deslumbrantes.
Una colección de trajes de época de factura exquisita, una iluminación perfecta en escenarios que son verdaderas postales idílicas de lo más florido de Los Ángeles y New York. Un pastelito para los ojos, vamos.
Además acompañado todo de una magnífica selección de temas de jazz de la vieja escuela acorde a los gustos del maestro.
Si le sumas algún destello de humor merced a alguna inspirada línea de diálogo ya tienes lo mejor de esta película.
El resto (actuaciones y guión) sencillamente cumple, sin ninguna brillantez pero con oficio.
La historia no tiene nada de original y sólo sorprende la ligereza con que se despacha las partes más violentas.
En cuanto a interpretaciones, tan sólo destacar el encanto que le ha conseguido sacar Woody Allen a Kristen Stewart. Más guapa y con más clase que en la vida, además que parecía hasta una actriz de verdad.
Y naturalmente su alter ego, ahora Jesse Eisenberg, al cual parece todo el mundo empeñado en colgarle el cartel de pringado listillo, cuando en realidad le sale soberbia hasta por los orejones.
Se han pasado con las cucharadas de azúcar en este café.
Así me atrevería a resumir en una línea lo que supone para mi Café Society en la filmografía de Woody Allen.
Yo no suelo fijarme demasiado en detalles técnicos como el vestuario, la iluminación o los escenarios pero en esta película son absolutamente deslumbrantes.
Una colección de trajes de época de factura exquisita, una iluminación perfecta en escenarios que son verdaderas postales idílicas de lo más florido de Los Ángeles y New York. Un pastelito para los ojos, vamos.
Además acompañado todo de una magnífica selección de temas de jazz de la vieja escuela acorde a los gustos del maestro.
Si le sumas algún destello de humor merced a alguna inspirada línea de diálogo ya tienes lo mejor de esta película.
El resto (actuaciones y guión) sencillamente cumple, sin ninguna brillantez pero con oficio.
La historia no tiene nada de original y sólo sorprende la ligereza con que se despacha las partes más violentas.
En cuanto a interpretaciones, tan sólo destacar el encanto que le ha conseguido sacar Woody Allen a Kristen Stewart. Más guapa y con más clase que en la vida, además que parecía hasta una actriz de verdad.
Y naturalmente su alter ego, ahora Jesse Eisenberg, al cual parece todo el mundo empeñado en colgarle el cartel de pringado listillo, cuando en realidad le sale soberbia hasta por los orejones.
Se han pasado con las cucharadas de azúcar en este café.