A lo mejor sólo son impresiones mías pero tras el visionado de esta entrañable y disfrutable película de aventuras protagonizada por ñumanos podría afirmar que Taika Waititi y Wes Anderson vibran en ondas muy parecidas.

Esto no quiere decir, ni mucho menos, que el cine de Waititi carezca de entidad propia. Pero la estética de planos, la forma narrativa, los personajes peculiares, la forma narrativa en capítulos, el papel de la familia…Hay muchas cosas que me evocan a Anderson.

Pero el cine de Waititi es, en mi opinión, más redondo, más optimista y algo más bromista.

No lo voy a negar, me gusta la forma desenfada de hacer cine de Waititi. Tan simpática y sin embargo capaz de emocionar cuando se lo propone, de formas a veces sutiles y elegantes que contrastan con alguna que otra broma “tonta” salpicando sus historias.

Me deshago en halagos ante el dueto actoral protagonista de Sam Neill y el sorprendente Julian Dennison. La química entre ambos en pantalla es maravillosa y resulta inevitable cogerles cariño. Quisieras que no los atraparan jamás.

Para acabar un haiku:
Mira la peli
No me vayas de gangster
Las gracias luego