Media votos
6,8
Votos
831
Críticas
271
Listas
7
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Kwisatz:
8
7,7
27.623
Ciencia ficción. Drama
California, 1987. San Junipero es un divertido destino de vacaciones lleno de sol, surf y sexo. Yorkie (Mackenzie Davis) y Kelly (Gugu Mbatha-Raw) son dos chicas que acaban de llegar, esperando que su estancia les proporcione diversión y algún cambio en sus vidas. Multitud de jóvenes se divierten bailando en las discos de moda. Pero para algunos de los visitantes de San Junipero, en cambio, la medianoche es una hora importante en la que algo sucede. (FILMAFFINITY) [+]
20 de noviembre de 2016
16 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de nada aviso, esta crítica contiene spoilers. Me resulta prácticamente imposible hacerla sin desgajar algún que otro detalle del argumento. Mi recomendación es que la vean sabiendo lo menos posible. Si aun así deciden continuar leyendo, no podrán decir que no he avisado.
Les veo en la Zona spoiler (Suena bien para el título de un programa).
Les veo en la Zona spoiler (Suena bien para el título de un programa).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Digitalizar tu yo. Vivir “para siempre” en el más allá digital. Esta es la premisa sobre la que se basa esta hermosa historia de amor más allá de la muerte. Construir el cielo en la Tierra. Concretamente en un lugar llamado San Junípero, donde es posible vivir en juventud perpetua.
Un bonito consuelo para todos aquellos sumidos en coma o con la muerte llamando a su puerta.
Y para retratar esta realidad la historia de dos mujeres que en sus últimos días acaban encontrando el amor en San Junípero.
El contraste entre la realidad fuera y dentro de la simulación es brutal. Indescriptible lo que se siente al ver a dos ancianas, una sumida en coma durante décadas (y además con un triste trasfondo familiar relacionada con su homosexualidad reprimida) y otra con un cáncer terminal, encontrarse dentro de San Junípero, de nuevo jóvenes y enamoradas. La escena en la que ambas finalmente se conocen fuera de la simulación es de una ternura sencillamente sublime.
El trabajo de Gugu Mbatha-Raw y Mackenzie Davis como pareja protagonista es extraordinario. Hay verdadera química entre ellas. Además la ambientación ochentera que acompaña buena parte del romande (la década en la que ambas fueron jóvenes) está ciertamente conseguida. Gugu Mbatha-Raw en la pista es una auténtica diva ochentera.
Naturalmente a este cuento de hadas se le pueden encontrar agujeros. Un yo digital no evoluciona, no cambia.
Quizá revivir tu juventud no sea tu idea de cielo. Quizá preferirías sumergirte en un mundo de fantasía y aventuras…
Tal vez, al cabo de unas décadas dentro de la simulación acabarías aborreciéndola. Tal vez, esa historia de amor acabará algún día sumida en la monotonía… Quién sabe.
El caso es que cuando llegan los títulos finales y ves finalmente a ambas juntas para siempre en San Junipero montadas en un descapotable con la melodía de Belinda Carlisle sonando de fondo , Heaven is a place on Earth, a uno se le hace un nudo en la garganta y le invade una gozosa sensación de vivir la vida.
Un canto a la esperanza.
Un bonito consuelo para todos aquellos sumidos en coma o con la muerte llamando a su puerta.
Y para retratar esta realidad la historia de dos mujeres que en sus últimos días acaban encontrando el amor en San Junípero.
El contraste entre la realidad fuera y dentro de la simulación es brutal. Indescriptible lo que se siente al ver a dos ancianas, una sumida en coma durante décadas (y además con un triste trasfondo familiar relacionada con su homosexualidad reprimida) y otra con un cáncer terminal, encontrarse dentro de San Junípero, de nuevo jóvenes y enamoradas. La escena en la que ambas finalmente se conocen fuera de la simulación es de una ternura sencillamente sublime.
El trabajo de Gugu Mbatha-Raw y Mackenzie Davis como pareja protagonista es extraordinario. Hay verdadera química entre ellas. Además la ambientación ochentera que acompaña buena parte del romande (la década en la que ambas fueron jóvenes) está ciertamente conseguida. Gugu Mbatha-Raw en la pista es una auténtica diva ochentera.
Naturalmente a este cuento de hadas se le pueden encontrar agujeros. Un yo digital no evoluciona, no cambia.
Quizá revivir tu juventud no sea tu idea de cielo. Quizá preferirías sumergirte en un mundo de fantasía y aventuras…
Tal vez, al cabo de unas décadas dentro de la simulación acabarías aborreciéndola. Tal vez, esa historia de amor acabará algún día sumida en la monotonía… Quién sabe.
El caso es que cuando llegan los títulos finales y ves finalmente a ambas juntas para siempre en San Junipero montadas en un descapotable con la melodía de Belinda Carlisle sonando de fondo , Heaven is a place on Earth, a uno se le hace un nudo en la garganta y le invade una gozosa sensación de vivir la vida.
Un canto a la esperanza.