¿Qué es American Horror Story: Asylum? Ante todo un pastiche genial.

Tramas y géneros tan dispares como la locura, las posesiones infernales, los nazis, los extraterrestres o el slasher logran converger coherentemente en una única línea argumental. Cosa de locos sin duda.
Con el particular estilo que caracteriza a esta serie de antologías (bizarro, asfixiante, exagerado, rozando a veces la serie B) se desgranan las desventuras del personal y los internos de Briarcliff, una institución mental católica del estado de Massachussetts durante la década de los 60, en cuya narrativa se insertan sabiamente saltos temporales para evitar la linealidad.

La ambientación de arquetípico sanatorio neogótico está más que conseguida. Los planos retorcidos, la estudiada iluminación y los encuadres imposibles de la cámara consiguen sacarle todo su jugo, transmitiendo tensión y opresión al espectador, que por momentos puede sentirse uno más de los internos escuchando el maliciosamente placentero y alegre tema Dominique, de Soeur Sourire, erosionando capítulo a capítulo su cordura.

Pero lo que realmente convierte esta serie en una de las más grandes es su coro de actores. Todos están siempre en su sitio, aprovechando al máximo sus extremos personajes para que durante los 40 minutos del capítulo desvíes un segundo la mirada de lo que está pasando.
A pesar de que todos ellos son dignos de alabanza, particularmente me gustaría destacar a la increible Jessica Lange por su inolvidable interpretación en la piel de la carismática hermana Jude (y por su momento Glee, el WTF más maravilloso que haya visto nunca en una serie. Ya te tengo en mis altares Lange),a James Cromwell en su papel de médico nazi atormentado, Sarah Paulson como la ambiciosa y audaz reportera lesbiana, y por supuesto a la deliciosamente malvada y pura Lily Rabe encarnando a la hermana Mary Eunice.

Es una lástima que la serie flojee un poco en sus últimos capítulos debido a la desaparición de dos de los pesos pesados de la serie. Aun así la resolución de la historia es más que satisfactoria.De todos para mí el momento álgido de la serie son claramente los dos capítulos dedicados a Anna Frank.
En definitiva AHS: Asylum es una serie irrepetible y con una personalidad totalmente única. Un genial encaje de bolillos que ningún aficionado al género de terror y fantasía debería perderse.
Dominique, nique, nique....