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España España · Córdoba
Voto de JCR:
10
Drama Richard Jewell era un guardia de seguridad en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, el cual descubrió una mochila con explosivos en su interior y evitó un número mayor de víctimas al ayudar a evacuar el área poco antes de que se produjera el estallido. En un principio se le presentó como un héroe cuya intervención salvó vidas, pero posteriormente Jewell pasó a ser considerado el sospechoso número uno y fue investigado como presunto culpable. [+]
13 de enero de 2020
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Richard Jewell es la última película como director del maestro Clint Eastwood (Sin Perdón, Million Dollar Baby). En esta cinta, Eastwood continua con su tónica habitual de retratar lo que a su óptica, suponen los héroes recientes de los EEUU y realizar una crónica social de su país a lo largo de las últimas décadas. Aquí continúa Eastwood con su coqueteo con el Cinema Verité que inició con 15:17 Tren a París y ahonda aún más en ese héroe corriente como lo hiciera en Sully.

Para construir el relato, Eastwood nos presenta a Jewell con una mirada que aunque veraz, no está desprovista de cierta ternura. Jewell se enmarcaría en ese conjunto de la población estadounidense que sería conocido como los white trash. Jewell es un coleccionista de armas de fuego, tiene un exceso de entusiasmo en su deseo de ser agente del orden, es un hombre obeso además de ser tímido y solitario. El personaje de Jewell lo encarna Paul Walter Hauser, alejándose de sus inefables papeles en Infiltrado en el KKKlan y Yo, Tonya.

Acompaña a esta cinta una interpretación orquestal de Arturo Sandoval dándole a la cinta unos acordes intimistas. La fotografía corre a cargo de Yves Bélanger, que en todo momento sostiene un tono naturalista. El guión, uno de los elementos más importantes de la película. Está realizado por Billy Ray (Overlord, Capitán Philips) Basándose en el artículo de Marie Brenner La balada de Richard Jewell para la revista Vanity Fair.

Con este imperfecto héroe, Clint Eastwood se lanza hacia la narración de esta particular biografía. Presenta pues a un hombre con una ilusión infantil por mantener el orden y ser uno de los buenos. Vive con su madre a la que ama con devoción sincera y finalmente consigue trabajar de guarda de seguridad en las instalaciones para conciertos de Centenial Park, durante las olimpiadas de 1996 en Atalanta.

En este punto es dónde el buen hacer y la profesionalidad de Jewell lleva a evitar que un atentado con bomba sea una tragedia aun mayor. De pronto se transforma en un héroe cuando descubre una mochila bomba. Su buen hacer, profesionalidad y entusiasmo evitan una catástrofe mayor y es el comienzo de su calvario.

En este momento es cuando Eastwood prepara una crítica contundente contra los juicios mediáticos y un poderoso alegato contra la presunción de inocencia. Ya que únicamente por encajar en el perfil del sospechoso es sometido a un juicio mediático y a las presiones y manipulaciones del FBI para procesarlo por un crimen que no cometió.

Eastwood, a la hora de contar esta historia, incide en su faceta más personal e intimista. Emplea los planos medios y los primeros planos para incidir en la cotidianidad de Jewell y las relaciones que mantiene con su entorno. Hemos comentado antes que Jewell es presentado como una persona normal con virtudes y defectos, incidiendo así en su lado humano. Nos muestra el amor que le profesa su madre, Bobi Jewell, encarnada por una estupenda Kathy Bates. La respuesta al protagonismo de Hauser la da un muy correcto Sam Rockwell encarnando a Wilson, su abogado.

El antagonismo, representado en los medios y en las autoridades, está encarnado por Olivia Wilde, interpretando a Kathy Scrubbs. Jon Hamn encarnaría al agente del FBI Tom Shaw. Ambos representan como los prejuicios y el sesgo cognitivo desencadenan la persecución al protagonista como elemento fundamental de la trama. Podemos criticar a Clint Eastwood aquí el empleo por parte del personaje de Wilde de usar el sexo como herramienta para recabar información. Esto ultimo no es algo ni probado ni contrastado y ni siquiera documentado.

Buscando una aproximación lo más realista posible al hecho. Con el empleo de imágenes de archivo, imágenes adaptadas a la apariencia del formato televisivo de los años 90, Eastwood incide en su idea de experimentar con el Cinema Verité. Así trata de ahondar, no sólo en el hecho dramático y biográfico, si no reconstruirlo de la forma más meticulosa posible.

En conclusión, Richard Jewell se une como una crítica bien estructurada e hilada sobre lo arbitrario de los juicios mediáticos. El mal uso de los prejuicios ante situaciones como el terrorismo. Eastwood critica el autoritarismo de las agencias del orden a la hora de tratar de encarcelar a un sospechoso. Porque la película muestra como, careciendo de cualquier prueba y vulnerando sus derechos constitucionales, buscan cerrar el caso con el menor esfuerzo.

En un país dónde es habitual que la policía abata a tiros a un sospechoso por el mero hecho de su color de piel, es importante recordar que nadie está a salvo de los abusos de poder y que luchar por el estado de derecho y la presunción de inocencia, son dos de los pilares más importantes a la hora de construir una sociedad mejor. Desde la óptica conservadora de Clint Eastwood se construye y plantea Richard Jewell presentando un conjunto dramático, articulado y responsable. Sin duda un Clint Eastwood mayor.

Crítica escrita en Cinemagavia por Juan Carandell Rojo

https://cinemagavia.es/richard-jewell-pelicula-critica/
JCR
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