Rush es un ejemplo de buen cine de acción. No tiene un presupuesto aberrante (32 millones de dólares es modesto en Hollywood) pero muestra unas escenas de carreras de coches impecables y mantiene una tensión enorme en los duelos automovilísticos entre Niki Lauda y James Hunt. Ron Howard dirige impecablemente, con oficio y soltura, tanto que uno se olvida de que dirigió El Código Da Vinci, la banda sonora de Hans Zimmer cumple bastante bien y en los roles protagónicos Chris Hemsworth y Daniel Brühl están estupendamente caracterizados y transmiten la enemistad ínitma entre ambos pilotos. Una gran cinta de acción, sin miles de explosiones y sin un presupuesto gigantesco. Se puede hacer muy buen cine de acción. Claro que si.