Posiblemente Black Adder sea el trabajo más redondo y sobresaliente de Rowan Atkinson como creador en todos los sentidos. La serie en su conjunto satiriza sobre las relaciones de poder a lo largo de diferentes épocas históricas, siendo cada temporada la sátira/parodia de una época concreta.

En la primera temporada, se satiriza el feudalismo en la Edad Media, a través del reinado del ficticio Ricardo IV y como Edmund Black Adder, el Duque de Edimburgo, trata de adquirir cuanto más poder, mejor. Se le muestra aquí como un malvado tontorrón que es acompañado por su fiel Baldrick, siendo este el cerebro del equipo en la primera temporada. Le sirve fielmente su amigo Lord Percy. Esta primera temporada es quizás la mas diferente de las demás en su estructura y concepción, pues cuenta con más personajes y localizaciones, además de una muy cuidada ambientación.

La segunda temporada nos lleva a la Inglaterra de Isabel I, siendo esta vez Blackadder un lord de la corte que nuevamente trata de aumentar su posición dentro del entorno palaciego. A nivel técnico, la serie se ubica únicamente en unos pocos decorados, sin embargo esto no es un demérito, pues de la flaqueza hace virtud y consigue mejorar el elenco de personajes y hacer los diálogos aún más mordaces sin cabe. Aquí Blackadder se nos muestra como un cínico muy astuto, mientras que Baldrick se vuelve más idiota. Lord Percy mantiene el rol de personaje frívolo e irritante. Se añaden Stephen Fry como Lord Melchett y Miranda Richardson como una delirante Elizabeth I.

Esta mordacidad aumenta en la tercera temporada, en la cual se parodia la época de la regencia del Príncipe George, genialmente interpretado por Hugh Laurie. Y como Blackadder lo manipula siendo su mayordomo real, contando con el apoyo total de Baldrick en su finalidad de conseguir aumentar su cuota de poder. De esta temporada, destacar especialmente el episodio dedicado al teatro con la broma recurrente sobre la maldita "obra escocesa" de Shakespeare. Posiblemente esta encarnación de Blackadder sea la más astuta y la más proclive a conseguir sus objetivos.

En la cuarta temporada, la cual analizo en la crítica de la ficha correspondiente en esta web, se nos muestra la I Guerra Mundial. Y es a mi juicio un cierre perfecto para esta serie, lleno de sentido del humor y de una crítica, no solo a nivel cómico y satírico, si no también a nivel cultural, social y político.

Blackadder es una de las mejores series de comedia de la Historia y un producto cultural redondo. No sobrando ningún capítulo ni ninguna temporada y demostrando, como con buen guión y buen oficio actoral y una buena dirección en interiores, se puede alcanzar un resultado magnífico.

Me perdonarán la pedantería, pero esta serie, es especialmente recomendable, el verla en versión original. Contracta mucho el papel locuaz que toma aquí Rowan Atkinson frente al posterior personaje casi mudo de Mister Bean. También es interesante el observar a Hugh Laurie como interpreta personajes frívolos y despreocupados frente al cinismo y a la sobriedad de su archiconocido personaje, el doctor Gregory House.