Siempre he dicho que el mejor cieneasta para mi gusto era John Ford por su manera de filmar la vida cotidiana en medio de la épica de su relato. Siempre se paraba a lanzar una mirada a como se desarrollaban las vivencias y la comunidad en sus filmes y precisamente eso era su grandeza.

No se si inspirados por el maestro Ford o por su ya larga tradición de películas de animación de calidad y hechas pensando en que los espectadores infantiles no son imbéciles, Pixar trae una cinta en esa línea de alta calidad.

Inside Out no solo es una maravilla audiovisual y un delirio de animación. También es mezclar la épica con la vida cotidiana. A fin de cuentas, el título que nos atañe, versa sobre el día a día, sobre el vivir y sobre aprender a gestionar las emociones.

Y Pixar se hace grande por convertir en algo totalmente épico el acto mundano de la existencia. Una maravilla imprescindible y con una gran enseñanza sobre la gestión de las emociones y que en la vida hay todo tipo de momentos, cuanto antes aprendamos esto, nos irá mejor.