La película posee un mensaje cojonudo: es mejor ser malo listo que malo tonto.
A partir de esta premisa, Brett Ratner intentará dotar de personalidad a Pierce Brosnan.

Gracias al culete de la Hayek, mis párpados resisten las paridas existenciales de su amante.
Resulta incomprensible que a Harrelson no le ofrezcan otros papeles.
Anteriormente, demostró con creces que es un buen actor (Cheers, Larry Flint, Asesinos Natos)
Nadie parece dar un duro por él y espero que se recupere en breve y deje estos bodrios.

Cabe destacar la nula interpretación de un sujeto al que le tocó la fortuna de ser James Bond.
Antes sólo había destacado por Remington Steele y por el malo de El cuarto protocolo.
Barato habrá tenido que venderse para protagonizar este chuzo. Y uno se alegra.
El vividor tan sólo es un vividor cuando se lo cree. Su cara de cartón me dice que no.
Zoquete tan malo como éste sólo me viene a la memoria Hugh (soy gilipollas) Grant.
Ambos británicos. ¿Será casualidad? ¿Será el éter? ¿Será zoquete? Ingleses...
Daría mi brazo izquierdo para que este pedazo de mierda no actuase más.
A la Hayek no le digo nada. Aunque suene machista, con que enseñe el culo basta.