Es indignante que se haya mitificado este pantunflada mala a más no poder. Y no lo digo porque sea un remake de una de las mejores películas de la Historia del Cine, ni porque, a priori, tenga un mal reparto, sino porque es un bodrio de principio a fin. El western de Chiquito es, por lo menos, más honesto que esta desfachatez.

Lo único memorable de Los siete magníficos es la música. No lo vamos a negar. Al César lo que es del César. Pero ahí acaba. Vista hoy por ojos y oídos vírgenes jamás pasa del aprobado. Hawks, Ford o Eastwood hubiesen logrado un producto de altura, pero no John Sturges. La historia no es convincente desde el comienzo, se torna brusca, forzada, y con Steve McQueen intentando quitar en todas las escenas protagonismo a Yul Brynner, único a destacar del elenco de actores.

No es de recibo la forma en la que están rodadas las escenas de tiroteos. Ni en la manera de morir y tirarse por los suelos de los extras mejicanos. No es de recibo. Parece una parodia del western clásico. Da grima, pena y un horror indescriptibles. Una lástima. Espero que hagan en un futuro un remake más acertado. Y que no lo dirija Mel Gibson. Muy mala.