Lo más importante de Se7en es el crudo realismo con el que retrata las cosas. Lejos quedan los policías que con un solo vistazo encuentran hasta el último pelo de la alfombra o los asesinos que sin motivación alguna matan solo para que la historia avance.

Los personajes tienen sus propias preocupaciones y un carácter muy personal muy trabajado a lo largo de la primera hora de la película (que pese a ser bastante lenta engancha, pero es que la vida de un policía no se basa en persecuciones y tiroteos a lo largo del día).
En el resto de la cinta ya está la ansiada acción para muchos pero dada de una manera que pocas películas policiacas se atreven a dar. Asesinatos cometidos de forma cruda pero a la vez muy realistas aparentemente sin razón pero que son explicados al final con gran maestría y lógica que acaba desembocando en el que es para mí uno de los mejores cierres del mundo del cine.

Le daría algo más que un 9 pero si que es cierto que algunas personas a las que recomendé la película la primera hora se les hizo muy pesada y a mi, a la quinta vez que la veía, también.