Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Louis Cyphre:
2
Serie de TV. Terror. Drama Serie de TV (2018). 10 episodios. Un grupo de hermanos crece en lo que acaba convirtiéndose en la casa encantada más famosa del país. Ya como adultos, viéndose obligados a reunirse tras una tragedia, la familia tendrá que afrontar los fantasmas del pasado... Adaptación de la novela homónima de Shirley Jackson. (FILMAFFINITY)
4 de noviembre de 2018
69 de 124 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las productoras actuales de series para televisión tienen algo en común en todos sus lanzamientos: la calidad visual. Color, fotografía, efectos especiales, vestuario, caracterización… ya no veremos más un hilo de nylon sosteniendo un murciélago, una cremallera por la espalda o un micrófono de jirafa asomando por la orilla superior del plano, si no es intencionado. Partiendo de este denominador común, exigible por defecto, la valoración debe hacerse -además- según otros criterios que reflejen algo más que calidad visual o estética.

Así como Showtime o HBO han acertado de pleno en numerosas ocasiones, contentando tanto al público menos exigente como a la crítica, otras productoras como Amazon -aún emergente, si comparamos su historial con el de las anteriores- o Netflix parecen no atinar casi nunca, especialmente con las producciones de factura propia (y no con el material ajeno que distribuyen: valgan los ejemplos de las notables Homeland o Peaky Blinders). Netflix, responsable de la serie que nos ocupa, se caracteriza por escoger historias fáciles, previsibles, recurrentes, pueriles, caóticas o directamente inexistentes, para superproducirlas, recurriendo con frecuencia a caras conocidas para dar valor a un producto que carece de lo fundamental: algo que contar. El continuo bombardeo publicitario, la baja exigencia de una gran parte del público y los reclamos evidentes a "modas" o a sectores de audiencia con sensibilidades específicas hacen que sus productos sean vendibles (hasta que dejan de serlo, con frecuencia al finalizar la primera temporada), independientemente de otros criterios como la calidad, la coherencia o la originalidad. Por ejemplo, encontramos a "Sense8" apelando a la diversidad racial y sexual a golpe de videoclip, "A Handmaid's Tale" planteando aberrantes distopías patriarcales, "Stranger Things" amalgamando todos los momentazos del cine fantástico ochentero, o a "13 Reasons" llamando la atención sobre los abusos, las adicciones y otros problemas de los estudiantes de instituto. Por esto resulta irrelevante si los guiones se basan en novelas de autor o en textos escritos para la ocasión, ya que las opciones disponibles para satisfacer el sesgo escogido son infinitas.

"The Haunting of Hill House" es un producto típicamente Netflix. Más allá de la producción visual más que notable a la que me refería al principio, nos encontramos con un sinsentido que recurre a todos los clichés del terror más palomitero -quizás con las únicas excepciones del gato que asusta al saltar desde un armario o la pelotita que bota sola-, envolviendo el despropósito en un ambiente gótico y macabro, gracias al tratamiento de las imágenes y al escenario principal: una mansión descomunal que supera a cualquiera de los edificios de cualquier película o serie de terror que podamos recordar, un cruce imposible entre el Palacio de Buckingham y el Museo D'Orsay. Hablamos de una supervivienda repleta de estatuas que va a ser habitada por una familia numerosa de clase media, familia que pretende hacerse rica vendiendo la propiedad (como si adquirirla resultara gratis).

La trama es prácticamente inexistente. Aquí lo más parecido a una trama es una serie de acontecimientos aleatorios pasados, presentes y futuros que resultan darse en el seno de una misma familia: ésta es la fórmula escogida por los guionistas para dar sensación de cohesión y continuidad. Así, los primeros cinco capítulos son casi en su totalidad un muestrario gratuito de sustos arquetípicos, mientras que a partir del sexto, la narrativa se inclina más al drama familiar. Hacia el final, la serie presenta una mezcla de ambos enfoques aún más pobre que por separado.

Los personajes son parte y víctimas de la historia, por lo que no merece la pena resaltar ninguno. Sí cabe mencionar el trabajo de interpretación de Victoria Pedretti como Nell Crain, la hija menor. A propósito del elenco, uno se pregunta a quién se le pudo ocurrir escoger al Elliot de E.T. y a Tim Hutton para representar al mismo personaje en dos etapas de la vida relativamente próximas entre sí.

Poco más se puede hablar porque poco más hay, resultaría difícil hasta hacer spoilers. Así que, para terminar, sólo quiero añadir que he leído opiniones que no dudan al calificar esta serie como "obra maestra". Es inevitable cuestionarse si tales opiniones son consecuencia de una grave falta de referentes, o de conocer el peso -aunque siempre subjetivo- de la etiqueta "obra maestra", o de ambos.

Hasta la próxima.
Louis Cyphre
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow