Carlos es el seguimiento exaustivo de la "obra" de, redundando, Carlos, uno de los terroristas más importantes de las décadas del 70 y 80. Su perfil seductor y romántico lo acompañó en cada misión a cumplir a pedido de la región central de oriente, aunque su desempeño mayor se observó en el viejo continente.

Carlos también es la obra más titánica de Olivier Assayas, quien planteó el proyecto como una serie televisiva (más de 5 horas de extensión) aunque luego "cortó" la cinta a 3 horas para su proyección en cines.

Excelentemente ambientada y actuada, con un dejo nostálgico y una estética "setentosa", Carlos instruye e informa. Recuerda en cierta manera a Munich, de Spielberg.
Tal vez peque de estirada y ostentosa. Demasiadas han sido las 3 horas para mí, y es también su extensión la causa de mi menor puntaje.

No obstante lo dicho, esta película destila cine por los poros, es un canto al séptimo arte, dirigida magistralmente e interpretada de la misma manera.
Carlos no debe tomarse a la ligera porque no es entretenimiento y ya.
Carlos es mucho más intensa que la mayoría de los films del 2011 y ha llegado para dejar una marca.

Aquel que esté dispuesto a un viaje extenso y árido pero con paisajes memorables, debe tener en cuenta a Carlos.
El resto ni se asome, porque se puede salir mal herido.