El manga y anime de death note me engancharon desde el principio, por su "negrismo", por el juego de egos intelectuales entre los dos protagonistas/antagonistas, por su constante intriga, por su belleza técnica y por esos largos soliloquios en los que Light y L dejaban claras sus deducciones y sus próximos movimientos y que te dejaban con la sensación de que no quedaba ningún cabo suelto en el guión.
Pues bien, al intentar resumirlo, esto se ha perdido, quedando un producto frívolo en el que no hay tiempo para la intriga, donde no se ahonda en la personalidad ni en los motivos que mueven a los personajes, haciendo aparentar que actúan a la ligera y sin maldad.
Eso si, hay que mencionar la grandiosa y escalofriante escena final, que no estaba en el anime, y que merece mucho la pena ver, para el resto de la historia, recomiendo el anime.