Para un film que es cargante y que encima la culpa la tiene su protagonista por querer hacerse el mítico, místico héroe de las galaxias. Quiere parecer tan peligroso que al final hasta pinocho da más miedo con su nariz, porqué por lo menos sabes que te puede pinchar un ojo sin tanta chorrada.

El primer film no era nada del otro mundo y tenía momentos ridículos pero por lo menos resultaba entretenido y Diesel le echaba un poco de carisma al tema. Aquí es tan opaco, pesado, y pasado de grandilocuestupidez que jode el resto del mal film. Los monstruitos de la cárcel patéticos por cierto. Las catedrales son auténtico pixel al poder, Judi Dench mejor se quedaba en Bond, karl Urban da pena y risa más que otra cosa y la pelea final está ya muy trillada de aparecer en otras miles de pelis.

Encima el plano final es una copiada exacta de las sentadas en el trono de Conan, que incluso la 2 es mejor que ésto.