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Voto de Rebanatraqueas:
8
Serie de TV. Drama. Thriller Serie de TV (2012). 13 episodios. En este drama nos encontramos al detective Michael Britten (Jason Isaacs), que sufre un grave accidente de coche junto con su mujer y su hijo. Al despertar descubre que su esposa Hannah (Lauren Allen) había muerto en el accidente, lo que, lógicamente, le destroza. Cuando parece recuperarse del trauma despierta en una dimensión paralela en la que también sufrió el accidente pero su esposa ha sobrevivido, ... [+]
2 de febrero de 2013
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y se acaba la serie. Y me duermo. Y entonces sueño.

Sueño, pero no es un sueño típico. Sueño acerca de un guion original, poco explotado, que me hace ver que no todo está inventado.
Sueño con una trama envolvente, que a pasar de su estructura lineal siempre deja matices en cada rincón, que hace reflexionar sobre el amor más allá de la cordura, una trama que por lo menos haría plantearse a Freud un nuevo problema sexual.
Mantengo la vigilia pensando si dar las gracias a las cadenas productoras por él ni siquiera plantearse traer esta serie y menos aún plantearse gastar el dinero en doblajes y tener que tragármela en una excelente versión original.

Ahora camino por un pasillo, de composición lineal y final definido, pero con bifurcaciones que alimenta mis ganas de seguir avanzando en la trama. De repente veo fugazmente a los lejos un espejo donde se reflejan muy oblicuamente los productores de 24 y CSI, arañando con ansia esa profundidad de sus personajes que tanto deberían envidiar de Awake, o soñar a su vez, como el detective Britten, con cualquier otra realidad alternativa, donde al menos consiguieran la mitad de interacción del público con los personajes en la que sus guionistas no se limitasen a cambiar el argumento a base de nuevas víctimas sino a través de conexiones emocionales. Mientras tanto, sigo soñando, imaginando desde arriba a un Cristopher Nolan sonriente orgulloso, paternal, como si esta serie fuese su hijo hibrido de su romance con J.J Abrams.

Sueño y aprecio una estética colorista brillante, que ayuda a discernir entre lo que considero sueño y y esa otra percepción sensitiva en donde tengo que estudiar Maroeconomía, sin saber a veces, de entre cuál de ellas se percibe la realidad; luchando por saber finalmente cuál de ellas e impondrá ante la otra en pos de la verdad.
Y entonces un pozo negro, compuesto de productoras e índices de baja audiencia me traga, haciéndome plantear que una idea creativa no vale nada sin ayuda de hombre impecablemente vestido de ejecutivo o cuestionarme por qué la gente no valora una buena serie en vez de morder el anzuelo de lavacerebros como “El Barco”. Rezaré por su despertar para que vean la otra realidad, la otra cara de la moneda.

Y de repente, caigo desde lo alto. Desde donde esta serie podía haber llegado, al menos una temporada más con algo de apoyo del público idiotizado. Y aplaudo por esos 12 capítulos de algo nuevo y fresco.

Y despierto. Y sigo aplaudiendo.
Rebanatraqueas
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