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Voto de Francesca:
9
10 de octubre de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Stephen Fleming (Jeremy Irons) es un médico y ahora ministro inglés. Está armoniosamente casado con Ingrid (Richardson). Tienen un hijo, Martyn, joven y brillante periodista. Este sofisticado mundo se tambalea cuando Martyn presenta a su novia Anna (Juliette Binoche). La atracción entre Stephen y Anna es inmediata y potente. Se convierten en amantes sin poderlo remediar.
La trama se pone en marcha enseguida: presentación del personaje en su entorno (el parlamento), llegada a su casa, saludo a la esposa, una mujer que parece cariñosa e inteligente, forman una pareja felizmente casada; ella prepara la cena, él va con una copa al salón y a través de la mirada con la que barre el espacio, se nota que algo falta en esa vida, es sutil, pero muy claro. Escena siguiente: un cóctel, Stephen se cruza con Anna (Juliette Binoche), conocida poco antes. El enganche en inmediato. Escena siguiente: ella le llama al despacho, él le pide la dirección y se ven a continuación y empieza su apasionada historia de amor…
La historia queda en familia. Anna ha tenido problemas con su hermano, que se ha suicidado por causa de ella. Stephen sale con la novia de su hijo; historias de sentimientos, roles no definidos (¿puede de veras un padre justificar el robo de la novia de su hijo?; ¿realmente ella ha superado la relación con el hermano?).
Stephen descubre con Anna la pasión que le ha faltado en su vida. Stephen es un prestigioso médico y parlamentario, su hijo Martyn está despuntando, le espera un brillante porvenir. Pero el tiempo pasa, de alguna manera el padre se proyecta en el hijo.
Stephen no consigue controlar sus sentimientos; la pasión representa el polo opuesto a su actividad política, a su vida marital, agradable, pero siempre regida por las “buenas costumbres”). Martyn representa la frescura, las ganas de ayudar (a Anna). Anna es fría y caliente. Apasionada en la cama y, a la vez, fría como un témpano por ser capaz de vivir dos historias intensas en paralelo. Ingrid es la esposa inteligente, intuitiva, comprensiva, pero firme.
La “lección” parece clara: DEBEMOS mantenernos al mando de nuestros sentimientos. No vale con decir “es así”, “no pude evitarlo”, “no se pueden controlar los sentimientos”… Dejarnos llevar puede causar mucho daño.
Narración sencilla, sin artificios y potente. Actuaciones impresionantes, ajustadas y sin aspavientos.
Frases:
El padre expresa a su hijo sus dudas acerca del matrimonio entre él y Anna:
- No la conoces. Hay toda una parte de ella que no ves; solo se muestra cuando estamos solos. Si pudieras ver tendrías otro parecer. Cuando estamos a solas es como otra persona.
MAS:
Otras películas de Louis Malle (no todas):
Ascensor para el cadalso (1958)
La feu follet (1963)
Black moon (1975)
El soplo al corazón (1971)
Adiós muchachos (1987)
Damage (1992)
La trama se pone en marcha enseguida: presentación del personaje en su entorno (el parlamento), llegada a su casa, saludo a la esposa, una mujer que parece cariñosa e inteligente, forman una pareja felizmente casada; ella prepara la cena, él va con una copa al salón y a través de la mirada con la que barre el espacio, se nota que algo falta en esa vida, es sutil, pero muy claro. Escena siguiente: un cóctel, Stephen se cruza con Anna (Juliette Binoche), conocida poco antes. El enganche en inmediato. Escena siguiente: ella le llama al despacho, él le pide la dirección y se ven a continuación y empieza su apasionada historia de amor…
La historia queda en familia. Anna ha tenido problemas con su hermano, que se ha suicidado por causa de ella. Stephen sale con la novia de su hijo; historias de sentimientos, roles no definidos (¿puede de veras un padre justificar el robo de la novia de su hijo?; ¿realmente ella ha superado la relación con el hermano?).
Stephen descubre con Anna la pasión que le ha faltado en su vida. Stephen es un prestigioso médico y parlamentario, su hijo Martyn está despuntando, le espera un brillante porvenir. Pero el tiempo pasa, de alguna manera el padre se proyecta en el hijo.
Stephen no consigue controlar sus sentimientos; la pasión representa el polo opuesto a su actividad política, a su vida marital, agradable, pero siempre regida por las “buenas costumbres”). Martyn representa la frescura, las ganas de ayudar (a Anna). Anna es fría y caliente. Apasionada en la cama y, a la vez, fría como un témpano por ser capaz de vivir dos historias intensas en paralelo. Ingrid es la esposa inteligente, intuitiva, comprensiva, pero firme.
La “lección” parece clara: DEBEMOS mantenernos al mando de nuestros sentimientos. No vale con decir “es así”, “no pude evitarlo”, “no se pueden controlar los sentimientos”… Dejarnos llevar puede causar mucho daño.
Narración sencilla, sin artificios y potente. Actuaciones impresionantes, ajustadas y sin aspavientos.
Frases:
El padre expresa a su hijo sus dudas acerca del matrimonio entre él y Anna:
- No la conoces. Hay toda una parte de ella que no ves; solo se muestra cuando estamos solos. Si pudieras ver tendrías otro parecer. Cuando estamos a solas es como otra persona.
MAS:
Otras películas de Louis Malle (no todas):
Ascensor para el cadalso (1958)
La feu follet (1963)
Black moon (1975)
El soplo al corazón (1971)
Adiós muchachos (1987)
Damage (1992)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Y la madre de Anna da la clave durante la cena con la futura familia política: Martyn tiene un enorme parecido con el hermano (muerto).
Escena del cataclismo: el hijo descubre al padre y a Anna en la cama; retrocede y, sin querer cae por la barandilla. Muere. Anna desaparece. Tiempo después Stephen la ve en un aeropuerto; ha vuelto con un antiguo amor y tienen un niño; ella no le vio.
Escena del cataclismo: el hijo descubre al padre y a Anna en la cama; retrocede y, sin querer cae por la barandilla. Muere. Anna desaparece. Tiempo después Stephen la ve en un aeropuerto; ha vuelto con un antiguo amor y tienen un niño; ella no le vio.