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España España · TOUMBUGTU
Voto de BARKER:
1
Serie de TV. Comedia. Drama. Romance Emma y Dexter pasan juntos la noche de graduación y toman caminos distintos al día siguiente, pero sus vidas seguirán entrelazadas. (FILMAFFINITY)
9 de febrero de 2024
23 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
Netflix, en su línea de convertir en detritus todo lo que toca, nos trae un innecesario remake de la película del año 2008 de mismo título, dirigida por Lone Scherfig y basada en la novela homónima de David Nicholls.
Digo innecesario, porque nadie pidió la revisión de la adaptación cinematográfica original—que en 108 minutos se las ingenió para narrar con solvencia las desventuras de la pareja protagonista a lo largo del tiempo— y porque esta revisión, pasada por el filtro de la agenda de inclusividad imperante, no aporta nada nuevo al resultado final salvo un nuevo elenco de actores—por llamarlos de alguna forma— y un puñado de escenas bochornosas que arruinan el visionado del producto.

Haciendo el ejercicio mental de olvidar que existe una obra precedente de mayor calidad, la serie no se sostiene por ningún lado. Al tratarse de un drama románico, lo mínimo que se espera es que la pareja protagonista tenga algo de química, pero en esta serie pedir eso es pura fantasía. Se nota demasiado que Ambika Mod —en el rol de Emma— y Leo Woodall —en el rol de Dexter—son dos actores primerizos con la expresividad de dos cebollas e incapaces de transmitir una emoción verdadera. No parecen amigos, no parecen una pareja, se parecen a dos actores de tercera fila intentando haciendo una burda imitación de las orgánicas actuaciones de Anne Hathaway y Jim Sturges.

Hay voces que han llegado a afirmar que se encuentra al mismo nivel de “Normal People” de Lenny Abrahamson. La comparación está totalmente fuera de lugar. Si bien existen ciertos paralelismos en las tramas, la serie de Abrahamson goza de una narrativa y una visceralidad que ya le gustaría tener a la serie One Day.
Netflix ha devenido en una destructora de la nostalgia y una maquinaria al servicio de la agenda, poco la importa ya la calidad de sus productos y la inteligencia de sus consumidores. No contenta con haber raptado y castrado el talento de cineastas como David Fincher o convertir sus primeros productos en panfletos políticos vacuos como la última temporada de Stranger Things, ahora se dedica a profanar obras cinematográficas que estaban bien como estaban.

Hoy ha sido profanada One Day.

¿Quién será la siguiente víctima de Netflix?
BARKER
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