Sin duda alguna Gus Van Sant se ha vuelto ha superar a si mismo con esta genial película ganadora de la palma de oro en Cannes a la mejor película. Es totalmente absorvente de principio a fin mostrando con una total realidad el día a día de dos muchachos que un día hicieron una masacre en su instituto que es sin ninguna duda el mejor acercamiento a la matanza de Columbine.

Van Sant rompió con esta película una mala racha de títulos que se estaban convirtiendo en un fracaso total de crítica y de taquilla y demostró que el cine independiente una vez más superó con creces al de las grandes industrias hollywoodienses.

Sin lugar a dudas es una obra maestra.