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Voto de BARKER:
2
5,7
12.709
Drama. Intriga. Romance
Ana (Manuela Vellés) y su mejor amiga Linda (Bebe) comparten el piso que una mecenas de jóvenes talentos tiene en Madrid, y donde también se refugian otros aspirantes a artistas, entre ellos un chico saharaui y un anglosajón. Antes de llegar a la capital, Ana vivía con un padre hippy, en Ibiza, donde trabajaba de camarera. (FILMAFFINITY)
7 de noviembre de 2010
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este es el tipo de película que después de verla o bien sales con daños cerebrales irreparables o comienzas una búsqueda global para cargarte al director, equipo técnico y artístico.
Es mala hasta decir basta, no tiene ni pies ni cabeza, es como si Julio Meden se hubiese levantado un día y dijese: voy a rodar la mayor gilipollez que se me ocurra, voy a buscar una actriz novata que esté buena, pondré varias escenas de desnudos, una trama surrealisata y con un final estilo David Lynch.
Lo peor es que Medem debe de creer que su estilo es comparable al trabajo de Lynch, pero se equivica, mientras Lynch utiliza el surrealismo para explicar en el subconsciente laberíntico de los sueños la personalidad o la idiosincrasia de sus personajes, Medem recurre al surrealismo para contar las vidas que ha tenido Ana, pero acaba siendo tan caótico y tan patético que al final la película no se puede cojer ni con pinzas.
Lo bueno de Caótica Ana: Apenas nada.
Lo malo: Casi todo.
La única manera de mojorarla: QUEMÁNDOLA.
Es mala hasta decir basta, no tiene ni pies ni cabeza, es como si Julio Meden se hubiese levantado un día y dijese: voy a rodar la mayor gilipollez que se me ocurra, voy a buscar una actriz novata que esté buena, pondré varias escenas de desnudos, una trama surrealisata y con un final estilo David Lynch.
Lo peor es que Medem debe de creer que su estilo es comparable al trabajo de Lynch, pero se equivica, mientras Lynch utiliza el surrealismo para explicar en el subconsciente laberíntico de los sueños la personalidad o la idiosincrasia de sus personajes, Medem recurre al surrealismo para contar las vidas que ha tenido Ana, pero acaba siendo tan caótico y tan patético que al final la película no se puede cojer ni con pinzas.
Lo bueno de Caótica Ana: Apenas nada.
Lo malo: Casi todo.
La única manera de mojorarla: QUEMÁNDOLA.