Películas como ésta hacen que el cine español gane puntos, probando que puede ser de una calidad excepcional.

La trama nos mete en la piel de un nuevo funcionario de prisiones que comete el gran error de acudir a su nuevo puesto de trabajo un día antes de empezar, pues coincide con un motín por parte de los presos más peligrosos.

A partir de ahí tiene que actuar como un preso más y ganarse la confianza de Malamadre, el cabecilla de los convictos e intentar salir con vida, además de ayudar con las negociaciones con el exterior.

Por lo general destacan muy buenas actuaciones, una trama muy bien elavorada y un ritmo constante.

Cuento más en el spoiler con lo que más me ha llegado a sorprender del film.