Thriller e intriga son los ingredientes de la primera película de Bill Paxton, en una mixtura de una historia actual sin demasiado contenido y de un flashback que rellena por completo los vacíos de la anterior, para acabar constituyendo la auténtica película. Un flashback, no obstante, bastante pesado y con poca interacción con la trama supuestamente "principal".
Pese a todo, el desarrollo de la historia no es nada típico y depara algunas sorpresas y momentos inquietantes. Matthew McConaughey intenta explorar un rol bastante distinto del acostumbrado, saliendo bastante airoso a pesar del poco margen que tienen los actores de la trama principal para dejar ver sus capacidades.
En conjunto, un film de aprobado raspado que remonta finalmente (en mi opinión) gracias a un final que, viéndose previsible, revela un último giro de notable calidad.