Ha sido al ver "La escalera" cuando he comprendido de donde proceden buena parte de los elementos que conforman la serie "Vicious" (2013) que protagonizan los enormes Derek Jacobi ("Yo, claudio") e Ian McKellen ("El señor de los anillos", "X-MEN"). Ambas obras son protagonizadas por una pareja de homosexuales maduros (uno de ellos un actor de tercera venido a menos) que tras décadas juntos han desarrollado una forma de amor muy peculiar, basada en el cariño revestido de continuas broncas y socarronas pullas. Y en ambas aparece también la permanente importancia de la figura de las madres.

En "Vicious" el principal atractivo de la serie recae en disfrutar de estos dos monstruos del escenario, puesto que tanto el guión como la ambientación resultan un poco desfasados hoy en día. Esta serie habría tenido más éxito en los años 80 o 90. Si os gustó "La escalera" os aconsejo verla, para que disfrutéis de la trascendencia de la obra de Stanley Donen.

Sin embargo a "La escalera" le pasa lo contrario. Fue una adelantada a su tiempo. Stanley Donen supo rodearse de dos grandes estrellas con las que revestir de una tremenda humanidad, cariño y respeto una obra que se ha conocido muy poco. En Estados Unidos fue recibida con tibieza, y en España, censurada hasta 1976, cuando se estrenó en cine clubs y poco más.