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España España · bilbao
Voto de ernesto:
7
Thriller. Drama Texas. Chris, un camello de poca monta, y su padre planean matar a su madre y ex-mujer para quedarse con el dinero de su seguro de vida. La razón es que Chris ha contraído una deuda y está amenazado de muerte. Padre e hijo contratan los servicios de 'Killer Joe' Cooper, que es policía y también asesino a sueldo.
4 de junio de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si hay una carrera irregular en Hollywood esa es la de William Friedkin. Hace ya cuatro décadas, casi al comienzo de su carrera, Friedkin alcanzó su mayor momento de gloria al dirigir de forma consecutiva sus dos mayores éxitos, The French Connection, por la que ganó el Oscar, y la ya legendaria El Exorcista. Desde entonces películas resultonas se han alternado con grandes fracasos, llegando a cotas bastante mediocres durante los años 90 y el principio de la década siguiente. Ha sido con sus dos últimas películas, Bug y, sobre todo, Killer Joe, cuando Wlliam Friedkin ha recuperado una buena parte del pulso perdido y ha captado la atención de un público más joven, que apenas había prestado atención a sus últimas propuestas. Y es que bien sobrepasados los setenta años el director, natural de Chicago, ha demostrado con Killer Joe tener más sangre en las venas que muchos de sus colegas con treinta o cuarenta años menos.
La historia, negra como el carbón, está ambientada en Texas. En ella un traficante de poca monta planea, junto a su padre, matar a su madre (a su vez exmujer del segundo) para así cobrar un seguro de vida y saldar una peligrosa deuda que ha contraído. La beneficiaria de ese seguro es su hermana pequeña, una chica tan sexual como cortita. Para ello contratan los servicios de Joe, un asesino a sueldo que se toma muy en serio su trabajo. Como garantía para cobrar, Joe decide tomar a la joven hermana bajo su particular tutela. Para terminar de redondear la función hay un quinto personaje, la actual mujer del padre, que tendrá una presencia de lo mas contundente a lo largo de la historia.
La película está basada en una obra de teatro de Tracy Letts, autor de la galardonada Agosto, condado de Osage, y que en esta obra volvía a indagar en la trastienda mas oscura de la familia americana de forma más despiadada y violenta que en su obra de cabecera. La introducción de la violencia física, más allá de los puñales verbales, le da a la historia un perfil más cínico, por más que la visión del núcleo familiar sea igualmente devastadora.
William Friedkin demuestra haber entendido a la perfección las claves del relato, y encuentra el tono perfecto en el que moverse por esta historia. Consigue colarnos, gracias a un humor negro brutal, situaciones que difícilmente aceptaríamos en otras circunstancias. De esta forma lleva la historia hasta sus últimas consecuencias gracias a un desparpajo sin complejos, que, combinado con una puesta en escena sólida y contundente, conforma un conjunto realmente disfrutable, aunque no se si esta es la definición adecuada para una historia como esta.
El carácter teatral del relato se manifiesta claramente en un final que roza lo memorable, y es que lo que sucede en la cocina de esa casa durante los veinte últimos minutos de película ofrece al espectador situaciones, me atrevería a decir, que nunca antes se habían visto en una pantalla. Y por muy disparatada que pueda resultar alguna escena (KFC, no digo más), William Friedkin consigue, no solo que funcione, sino que se convierta en la seña de identidad que define la película entera. Sencillamente brutal, y, por qué no, tremendamente gozoso (debería hacérmelo mirar).
Mención aparte para un reparto soberbio. Cinco actores tremendos que se entregan incondicionalmente a unos personajes de los que es imposible extraer nada bueno. Emile Hirsch y Thomas Haden Church están muy bien, pero lo de Gina Gershon, Matthew McCounaghey y una inolvidable Juno Temple, roza la perfección.
Las últimas líneas para dejar constancia de que esta película no se llegó a estrenar comercialmente en los cines españoles. Lo que vuelve a dejar con el culo al aire el dudoso criterio de la distribución cinematográfica de este país.

7.5
ernesto
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