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España España · bilbao
Voto de ernesto:
5
Drama Inglaterra, siglo XVI. La reina Isabel I Tudor (Cate Blanchett) debe enfrentarse no sólo a la traición de su propia familia, sino también a los conspiradores que tratan de arrebatarle el trono. Isabel es consciente de lo beneficioso que es para la Corona inglesa el hecho de que el Rey de Inglaterra sea, al mismo tiempo, el jefe supremo de la Iglesia Anglicana. El Acta de Supremacía de 1534, promulgada por su padre, Enrique VIII, había ... [+]
29 de noviembre de 2007
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando voy al cine no pretendo que me den lecciones de historia, para eso ya están los libros. Solo quiero que me mantengan pegado a la butaca dos horas, con los ojos como platos viendo lo que pasa en la pantalla. Eso, la verdad, ocurre pocas veces.
Esto lo digo, porque no seré yo quien critique a esta película por su contenido histórico, pese a que muchos se sienten heridos en su orgullo patriótico después de ver la película. Pero pese a que a esto no le doy mayor importancia, tampoco he estado pegado a la butaca con los ojos como platos. Y eso que el director se esfuerza sobremanera en que esto pase. Y con tanto esfuerzo por resultar el mas espectacular y brillante creador de imágenes y momentos memorables, resulta que en mi consigue despertar más desinterés que otra cosa.
La Edad de Oro continua con la historia de la reina Isabel I, que ya nos contaron hace unos cuantos años. Y sorprende que sea el mismo equipo el que ha hecho esta continuación, ya que lo que en la primera era sobriedad aquí es exageración y desmadre visual.
La película cuenta el enfrentamiento entre las dos potencias de la época, España e Inglaterra, mientras la reina vive un nuevo intento de aventura amorosa. Tanto la parte política como la amorosa están narradas con una considerable falta de pasión. El director deja en manos del envoltorio (fotografía, vestuario, decorados etc) de la película la supuesta pasión de la historia, sin darse cuenta de que la solidez y la intensidad del relato deben provenir del guión, cosa que aquí no sucede.
De esta forma Elizabeth: la edad de oro es una lujosa colección de estampas visuales, mucho más huecas de lo que cabía esperar.
Mención aparte merece la presencia de Cate Blanchett. Ella es el centro de la película, y aunque su presencia y su protagonismo resultan casi abrumadores, tiene momentos de gran nivel interpretativo, algo que por otra parte no es ninguna sorpresa. El resto del reparto es más convencional. La espectacular presencia física de Clive Owen no se corresponde con la escasa energía de su interpretación. De Abbie Cornish se pude decir lo mismo. Y de la parodia que nuevamente realiza Jordi Mollá mejor no digo nada. Solo la breve presencia de la gran Samantha Morton se puede poner al mismo nivel que el de la protagonista.
Para el final dejo lo peor. Si la música de Elizabeth (la primera) era exquisita, en este caso resulta atronadora, omnipresente, agotadora y excesiva. Intenta hacer un clímax memorable de cada escena, y lo único que consigue es abrumar hasta la extenuación al sufrido espectador.
ernesto
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