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España España · bilbao
Voto de ernesto:
7
Drama Después de cuatro años de separación, Ahmad viaja de Teherán a París a petición de Marie, su esposa francesa, para resolver los trámites de su divorcio. Durante su estancia, descubre la conflictiva relación entre Marie y su hija. Sus esfuerzos para mejorar esa relación sacarán a flote un secreto del pasado. (FILMAFFINITY)
28 de abril de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Pasado ha supuesto un salto importante en la carrera del director iraní Asghar Farhadi, ya que por primera vez ha rodado fuera de su país, en Francia concretamente, alejado de las presiones, con un presupuesto mas holgado, y con la colaboración de algunos intérpretes de renombre internacional, con el plus que eso supone a la hora de exponer su película al público de medio mundo. De esta forma Farhadi saltó de exhibir sus películas en el Festival de Berlín, que le dio a conocer internacionalmente, al de Cannes, un escaparate mucho más llamativo, y también más competitivo y exigente.
Con la notable A propósito de Elly, y, sobre todo, con la casi perfecta Nader y Simin, salió triunfante del festival berlinés. Con El Pasado, en cambio, la recepción crítica fue bastante menos unánime, algo que llama la atención ya que, pese a realizar El Pasado en condiciones totalmente diferentes, la esencia de la película vuelve a ser la misma que en sus dos anteriores obras.
El Pasado, al igual que Nader y Simin, vuelve a poner a los personajes en el centro de una espiral de sentimientos, sensaciones y reacciones que van provocando sobre la pantalla un crescendo dramático dominado por la inquietud y el desasosiego. Otra sesión de mal rollo entorno a las relaciones humanas tratado casi como si fuera un policíaco
La historia de El Pasado comienza con la llegada Ahmad a París. Ahmad vive en Irán y viaja a Francia cuatro años después a poner punto y final al matrimonio que le une a Marie de la que hace tiempo se separó. A su llegada a París tiene que hacer frente a la conflictiva relación que Marie y su nueva pareja mantienen con la hija mayor de ella, una adolescente que está ya cansada de las numerosas parejas maternas que han pasado por su casa. La llegada de Ahmad, con quien la chica tiene un complicidad especial, y la existencia de un dramático hecho que condiciona absolutamente la relación de pareja de su madre, sirven para que el conflicto familiar estalle de forma definitiva, donde la consiguiente colección de reproches se verá envuelta, además, en un misterio que contribuirá a enrarecer más si cabe las relaciones entre los personajes.
Asghar Farhadi vuelve a dotar de una hondura y un calado potentísimos a lo que en otras manos no pasaría de ser un simple retrato costumbrista, y es que el director iraní ha demostrado estar superdotado para que los personajes y las situaciones que crea estén llenos de vericuetos emocionales que, a medida que van transcurriendo sus relatos, van provocando giros inesperados que recolocan de manera inesperada su presencia dentro de la historia.
Conseguir la perfección cuando uno quiere abarcar tanto a la hora de retratar las complejas relaciones humanas es algo prácticamente imposible. Ya en Nader y Simin Farhadi nos ocultó, de forma un tanto vulgar, información decisiva, para poder así crear ese ambiente tenso que engrandecía el tono de la película. En el caso de El Pasado también recurre al vulgar recurso de las falsas versiones para tratar de hacer más compleja la historia, dando un innecesario carácter casi policíaco a la resolución de un conflicto puramente humano. Así, desde la escena de la entrevista con la empleada de la tintorería, la película pierde la solidez y la contundencia que hasta entonces acompañaba a sus imágenes, y que deja el resultado final de El Pasado varios peldaños por debajo del que hubiera merecido.
En cualquier caso, Farhadi sigue siendo un maestro en la dirección de actores. Aquí Berenice Bejo, un sobrio Tahar Rahim y el espléndido iraní Ali Mosaffa componen in trío perfectamente secundado por el genial trió de niños/adolescentes que les acompañan(el crío que interpreta al hijo de Tahar Rahim es una maravilla).
Además Farhadi se permite el lujo de rematar la película con una secuencia tan extraordinaria que nos hace olvidar que en realidad no sea más que una pirueta final, más brillante que coherente, para cerrar un relato que en su último tercio se dispersa mucho más de lo deseado.
ernesto
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