Haz click aquí para copiar la URL
España España · bilbao
Voto de ernesto:
10
Thriller. Intriga. Terror El FBI busca a "Buffalo Bill", un asesino en serie que mata a sus víctimas, todas adolescentes, después de prepararlas minuciosamente y arrancarles la piel. Para poder atraparlo recurren a Clarice Starling, una brillante licenciada universitaria, experta en conductas psicópatas, que aspira a formar parte del FBI. Siguiendo las instrucciones de su jefe, Jack Crawford, Clarice visita la cárcel de alta seguridad donde el gobierno mantiene ... [+]
12 de junio de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si hubiera decidido escribir algo sobre El Silencio de los Corderos la primera vez que la vi, creo que no hubiera sido muy diferente de lo que pueda escribir hoy, casi veinticinco años después. Señal inequívoca de que la película apenas ha envejecido, y de que sus virtudes, y muy escasos defectos (que ni pienso tener en cuenta), siguen igual de vigentes tanto ahora como en 1991.
Jonathan Demme llegó a dirigir El Silencio de los Corderos con muchos trabajos previos, pero donde sólo destacaban dos vibrantes películas, Algo Salvaje y el documental Stop Making Sense, la filmación de un concierto de los Talking Heads. Así que en principio no cabía esperar la reacción con que, ya desde el principio en su presentación en la Berlinale, la película fue acogida. Saludada prácticamente como un clásico desde el mismo momento de su estreno, el tiempo no ha hecho más que confirmar esta opinión.
No merece la pena a estas alturas detenerse con el argumento de la película ya de sobra conocido por todo el mundo. Solo decir que sirvió para crear escuela y que durante los 90 no había thriller con psicópata que no bebiera de las fuentes de El Silencio de los Corderos. Prácticamente ninguno consiguió alcanzar el grado de perfección que Jonathan Demme imprimió en la pantalla al trasladar a imágenes el guion de Ted Tally. Incluso los giros más artificiosos que pueda tomar el guion, Demme los resuelve con maestría absoluta, destacando por una contundente sobriedad y manteniéndose siempre fiel al tono y a las formas del thriller clásico.
Pero donde El Silencio de los Corderos marca la diferencia es en la presencia de un personaje memorable, Hannibal Lecter, que con cada intervención en la película eleva a cotas insuperables el grado de fascinación que provoca la historia. La forma en que Demme se acerca a este personaje, con unos primeros planos que ponen los pelos de punta y unos cara a cara con la protagonista de la película soberbios, sumado a la encarnación que de él hace el actor Anthony Hopkins, convierten a este personaje en una referencia absoluta en lo que a villanos se refiere dentro de la historia del cine (escribo esto creo que sin exagerar).
No sería justo terminar el comentario sin mencionar precisamente a Jodie Foster que es quien soporta esos cara a cara con Hopkins, en la que posiblemente sea una de sus interpretaciones más sobrias y notables.
Desde entonces la carrera de Jonathan Demme se ha movido entre la ficción y el documental, pero sin alcanzar en ningún el impacto, ni lo que es peor, la perfección lograda con este magistral, indiscutible clásico del cine moderno.
ernesto
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow