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España España · bilbao
Voto de ernesto:
5
Comedia. Thriller. Drama A principios de los años noventa, un agente del FBI, con la ayuda de un bioquímico (Matt Damon), consigue desenmascarar una fraudulenta política de control de los precios por parte de una multinacional del sector agrícola. (FILMAFFINITY)
17 de diciembre de 2009
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La carrera de Steven Soderbergh comenzó hace veinte años de forma fulgurante con Sexo, mentiras y cintas de vídeo, que ganó la Palma de Oro en Cannes, y que todavía hoy sigue siendo considerada como paradigma del mejor cine independiente. Desde entonces ha alternado éxitos y fracasos, cine independiente y cine comercial, excelentes películas y regulares. Gran cine como Traffic, éxitos como Erin Brockovich o la saga Ocean, ambiciosos pinchazos como El buen alemán, o radicales rarezas como Full Frontal o Bubble. Son solo algunas de las películas de Soderbergh, a las que ahora se añade El soplón, que es otro ejemplo de cine ambicioso, personal pero definitivamente insatisfactorio, como lo fue, por ejemplo, el remake de Solaris.
En El soplón Soderbergh cuenta la historia de Mark Whitacre, un mentiroso o un enfermo, o seguramente las dos cosas a la vez. Trabaja como ejecutivo de una empresa importante, a la que denuncia cuando cree que esta está cometiendo prácticas fraudulentas. Entonces comienza a colaborar con el FBI para intentar desenmascarar estos actos. Pero nada es lo que parece, y la maraña de mentiras se va haciendo cada vez más y más grande. Pero ¿quién miente? ¿Qué hay de realidad en todo lo que está pasando? ¿O es todo fruto de una perturbada imaginación?
El espectador asiste cariacontecido a una trama en principio interesante, pero que a medida que avanza el metraje se vuelve cada vez más complicada, sin que en ningún momento entendamos lo que pasa por la cabeza del protagonista. No es que la mente del Mark Whitacre sea un caos, es que ese caos se transmite también a una narración tan compleja como mal resuelta. Solo al final se intuyen indicios que nos pueden aportar algo de luz sobre lo que hemos visto, pero para entonces ya es demasiado tarde.
Pero claro, Steven Soderbergh es un director casi siempre brillante, incluso en sus más desafortunadas películas. Es por eso que resulta muy difícil echar por tierra su cine, incluso en casos como El soplón. Y es que visualmente El soplón es una película juguetona y gozosa en muchos momentos. Las estilizadas imágenes envueltas en la mejor atmósfera y con una música que te transporta a otra época (obra del legendario Marvin Hamlisch) consiguen sacarte del muermo en el que uno se ve envuelto cuando lo que le están contando pierde su interés por completo.
Además El soplón cuenta con otra baza casi insuperable. Y es que Matt Damon interpreta al más complicado que complejo Mark Whitacre. Con varios kilos de más Damon se adueña del personaje y se convierte en lo más brillante de una película que no le merece. Aquí demuestra que además del drama y la acción, también resulta un actor brillante en la comedia negra, que es en realidad lo que El soplón pretende, y no consigue, ser.
ernesto
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