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España España · bilbao
Voto de ernesto:
6
Drama. Romance Anita y Fred llevan 50 años casados. Hace tiempo que entraron en el otoño de su vida, pero siguen viviendo su amor con determinación, aunque su relación no esté exenta de conflictos. Cuando Fred cae fatalmente enfermo, se lo oculta a su familia, pero no a su esposa. El film retrata las últimas semanas de la vida de una pareja que se ama. (FILMAFFINITY)
26 de septiembre de 2010
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las historias sobre la tercera edad no son muy habituales de ver en el cine. Normalmente protagonizadas por romances otoñales, por enfermedades terminales o bien por la ilusión de cumplir el sueño de toda una vida, no son las películas más rentables para un productor. Aun así en los últimos años títulos como Lejos de ella, El hijo de la novia o la mismísima Up han encontrado su público, cuando no han arrasado directamente.
Este año el Festival de San Sebastián ha ofrecido en sus diferentes secciones varias películas con protagonistas de la tercera edad. Addicted to love, Poetry y Apart together, todas ellas asiáticas, han sido muy buenas muestras de ello. A estas películas cabe añadir la alemana Colors in the dark que venía a poner un poco de frialdad germana en todo este asunto.
Esta película supone el debut en la dirección de la directora Sophie Heldman, y cuenta una historia sencilla que guarda en su interior sentimientos muy complejos. Es la historia de Anita y Fred, un matrimonio que lleva casado más de media vida. Una relación que a lo largo del tiempo ha superado todo tipo de baches, y que todavía tendrá que superar el más importante. Cuando a Fred se le diagnostica un cáncer, la relación entre ellos se tensa debido a la diferente forma de afrontar el problema. Él desea seguir disfrutando de su vida mientras pueda sin someterse a ningún tratamiento que condicione el resto de su existencia. Ella quiere que el se trate la enfermedad. Esta diferencia de opinión hace que se distancien y que antiguos fantasmas de la relación vuelvan a aparecer.
Sophie Heldman, también guionista de la película, crea una historia dura y emocionante sobre las relaciones humanas tratando temas como la confianza, la lealtad o la muerte. El problema es que en su puesta en imágenes despoja a esta historia de cualquier atisbo de emoción, pasión o complicidad con el espectador. Su trabajo de dirección es tan pulcro como distante y el tono general de la película no pasa de ser grisáceo. Los personajes protagonistas afrontan esta nueva batalla en sus vidas con una contención excesiva, que impide al espectador sentir sus decisiones como propias. Todo se ve desde una barrera, sin lograr que nos impliquemos en la historia. La presencia de los hijos, y especialmente de la nieta, de la pareja aportan algo de calor a la historia, pero no el suficiente como para lograr transmitir la emoción que una historia así necesita.
Bruno Ganz y Senta Berger son sus veteranos protagonistas y hacen dos trabajos maduros y serenos y su presencia se convierte en lo mejor de una película que tampoco acierta en el arriesgado giro final.
ernesto
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