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España España · bilbao
Voto de ernesto:
6
Comedia. Drama Poppy (Sally Hawkins), una profesora de primaria, es divertida, abierta y generosa. Es un espíritu libre que se toma la vida tal y como viene. Cuando le roban la bici, decide que es el momento de sacarse el carnet de conducir. Scott (Eddie Marsan), su profesor de autoescuela, es un tipo huraño y amargado. A medida que se conocen, Poppy acabará enseñando al instructor más de lo que él puede enseñarle a ella. (FILMAFFINITY)
8 de noviembre de 2008
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Definitivamente creo que a Mike Leigh le sienta mejor el drama. Secretos y mentiras y Todo o nada siguen siendo sus mejores películas, y Happy no va a cambiar eso.
Happy cuenta la historia de Poppy, una chica permanentemente risueña y feliz, que siempre afronta la vida con una sonrisa en la cara incluso ante las situaciones mas adversas. La película está al servicio absoluto del personaje protagonista, hasta el punto de que se queda estancada ahí. El argumento se reduce a su mínima expresión. Todo se centra en la andanzas de Poppy y sus excentricidades, pero nadie puede decir que haya una historia minimamente desarrollada. La historia se centra en una serie de anécdotas dentro de la vida de la protagonista, que ni siquiera creo que le hagan cambiar o evolucionar de alguna forma al final de la película.
La película intercala situaciones curiosas y divertidas, pero nunca brillantes, con algún momento más extraño y desconcertante (el paseo nocturno de Poppy).
Donde la película gana muchos puntos es en la relación entre la protagonista y su profesor de autoescuela. Ella es candorosa y feliz, él es un ser solitario y amargado. Cuando están juntos dentro del minúsculo coche es cuando la película remonta el vuelo y alcanza sus mejores momentos. Buena parte del mérito de lo lleva la excelente interpretación del actor Eddie Marsan, que es un todoterreno que hace creible cualquier personaje.
Teniendo en cuenta que la película gira absolutamente en torno a su personaje protagonista, era vital para Mike Leigh encontrar a la Poppy ideal. Y lo hizo en la actriz Sally Hawkins, que se adueña del personaje, aunque al final tanto actriz como personaje acaben resultando un tanto agotadores y repetitivos.
Mike Leigh ha hecho un película agradable, simpática a ratos, un pelín irritante en otros, pero muy lejos de las poderosas historias a las que nos tiene acostumbrados.
ernesto
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