Ya me pasó con la primera parte, y me vuelve a pasar ahora. Y es que no consigo encontrar ningún punto en común entre el cómic (que no me cansé de leer de pequeño) y esta película.
En la primera película Javier Fesser transportó a Mortadelo y Filemón a su particular universo, y en esta ocasión Miguel Bardem los vuelve a llevar al mundo de Javier Fesser. El cambio de director podía haber servido para dar un visión distinta de la historia, pero no. Miguel Bardem sigue el camino marcado por la primera película, con peores resultados si cabe.
La aventura que viven en esta ocasión los personajes vuelve a ser insignificante comparada con la incesante sucesión de gags visuales sin ninguna gracia. Todo se reduce a una vulgar sucesión de lamentables chistes, que todos juntos pretenden hacerse pasar por una historia bien contada.
La representación que se hace de los dos protagonistas es igual de lamentable que en la anterior película. Ni Pepe Viyuela ni, en este caso, Eduard Soto consiguen parecerse ni de lejos a los míticos Mortadelo y Filemón. Algo más de oficio hay en los actores secundarios que están más acertados interpretando al Super o a Ofelia.
Si la película de Javier Fesser podía sorprender un poco en al aspecto visual, en este caso ni siquiera eso, ya que se limita a repetir los escasos aciertos de la primera entrega, por lo que el efecto sorpresa se pierde totalmente.
Me imagino que debido al éxito de público harán una tercera parte. Como esto siga así no quiero imaginarme donde pueden acabar los pobres Mortadelo y Filemón en esa ocasión.