No se si es la mejor película española de los últimos meses (con permiso de Almodóvar), pero me dio mucha pena que se acabara, se me hizo corta. Me hubiera gustado seguir en compañía de esos personajes, de sus vidas, tan poco atractivas y en cambio emocionantes. Una película donde los personajes se equivocan, se hacen daño, cometen errores (algunos constantemente), y en cambio, todos te resultan cercanos y los comprendes.
Una historia compleja e interesante, enriquecida permanentemente por detalles y momentos que te tocan en el corazón.
Daniel Sanchez Arévalo posee además estilo, fuerza visual, sabe contar una historia creando imágenes atractivas (punto flaco de muchos directores/as españoles de prestigio).
Los actores son otro de los puntos fuertes de la película. El protagonista es una auténtica revelación, tiene una presencia física notable, y un estilo sobrio pero cercano. Junto a él, una estupenda y desconocida Eva Pallarés, el siempre eficaz Antonio de la Torre, y la maravillosa y fascinante presencia de Marta Etura (otra de mis grandes debilidades:
En definitiva, una película aparentemente sencilla y modesta, que en cambio alcanza cotas mucho más altas que las más promocionada de las películas españolas de los últimos meses (o años).