Haz click aquí para copiar la URL
España España · bilbao
Voto de ernesto:
7
Drama. Aventuras Basada en la historia real de Aron Ralston, un intrépido montañero y escalador norteamericano que se hizo famoso porque en mayo de 2003, durante una escalada por los nada transitados cañones de Utah, sufrió una caída y quedó atrapado dentro de una profunda grieta. Tras varios días inmovilizado e incapaz de encontrar una solución alternativa, tuvo que tomar una dramática decisión. (FILMAFFINITY)
31 de marzo de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine de Danny Boyle ha pasado por diferentes etapas. Sus comienzos representan lo más auténtico de su filmografía y el germen de lo que será su personalidad como director. Tumba abierta y Trainspotting siguen manteniendo su fuerza. Después llegó su paso al cine de gran presupuesto y grandes estrellas, y su correspondiente fracaso. Siguió con un más que aceptable paso por la ciencia ficción, para culminar con su bombazo mundial, Slumdog Millionaire. Por ahí queda perdida, en tierra de nadie, la apreciable Millones.
Con 127 horas, Danny Boyle sigue en ese pedestal al que se subió con su anterior película. Y la jugada le ha vuelto a salir brillante y vistosa, aunque su estilo empiece a resultar cada vez más agotador, algo de lo que él parece no darse cuenta.
La historia que cuenta 127 horas, y que a veces Danny Boyle consigue dejar en segundo plano, es simple. Un hombre, amante de la naturaleza y el riesgo, sufre un accidente en una de sus salidas de fin de semana a la montaña. Incomunicado e inmovilizado en un lugar recóndito debe intentar sobrevivir el máximo tiempo posible, mientras intenta liberarse de la prisión en la que se encuentra atrapado.
En 127 horas tenemos por un lado la historia del protagonista, y por otro lado el envoltorio con que la adorna el director. La historia, sobria, concisa e impactante, va por un lado, y el resto va por otro.
La película empieza de manera ágil, con ritmo, recreándose en un entorno verdaderamente espectacular. Todo fluye de forma vistosa hasta el momento del accidente. A partir de ahí Danny Boyle sabe que tiene un material potente entre manos, pero que limita ese caudal visual que se ve obligado a exhibir en todas sus películas. Mientras la cámara se centra en James Franco y su estremecedora y agobiante experiencia, la película te mantiene pegado a la butaca, siempre incómodo, pero sin poder apartar la mirada de sus esfuerzos por liberarse y por mantener el equilibrio.
Desgraciadamente parece que a Danny Boyle esto no le parece suficiente y cada cierto tiempo nos recuerda que no estamos atrapados en una cueva, y que en realidad se trata de una película en la que el director sabe hacer malabarismos con la cámara y el montaje. Y los hace muy bien, pero sin ninguna medida, llegando a cansar.
La historia ya tenía, por sí sola, la suficiente fuerza como para mantener los ojos del espectador bien abiertos. Y por si esto fuera poco, la presencia de James Franco, como protagonista absoluto, resulta enérgica y arrolladora. No hubiera sido necesario ningún aliciente adicional para que 127 horas fuese una notable película.
ernesto
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow