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Voto de ernesto:
7
6,9
38.177
Drama. Comedia
En la sureña Atlanta, Georgia, Miss Daisy (Jessica Tandy) es una antipática y autoritaria profesora jubilada de 72 años. Tras sufrir un accidente conduciendo su coche, su hijo (Dan Aykroyd), temiendo por la vida de su madre, contrata a un chófer negro (Morgan Freeman) para que la lleve de paseo. Al principio, la desconfianza de la anciana respecto al tranquilo conductor es absoluta. (FILMAFFINITY)
25 de diciembre de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay veces que los Oscar pueden resultar perjudiciales para una película. Tal vez en el momento de ganarlos pueda suponer un incremento importante en las recaudaciones en taquilla. Pero con el tiempo muchas películas han quedado marcadas por haber ganado el Oscar de manera inmerecida frente a otras candidatas, o directamente porque el premio les venía realmente grande.
Pasaeando a Miss Daisy es una de esas películas. Supongo que tras ganar el Oscar sus ingresos aumentaron considerablemente en todo el mundo, ya que además estaba recién estrenada. Pero después de veinte años su Oscar se recuerda como algo excesivoy gratuito, algo que daña la imagen de una película que no lo merece, ya que, por encima de todo, Paseando a Miss daisy es una buena película, sencilla, pequeña, entrañable y emotiva, apoyada en dos actores maravillosos.
La historia comienza cuando Miss Daisy, una intratable anciana sureña, tiene un serio percance con el coche a la salida de su garaje. Tras el accidente se compra un coche nuevo, pero su hijo no deja que lo conduzca para evitar nuevos problemas. Para ello contrata a un chofer negro que será quien traslade a Miss Daisy cada vez que necesite desplazarse en coche. Obviamente la reacción de la señora no se hace esperar y rechaza de pleno al chofer. Solo la paciencia de su hijo y, especialmente, del chofer, hacen que a lo largo de los años la actitud de la mujer vaya cambiando hasta conseguir que el vínculo entre el honesto chofer negro y la testaruda anciana sureña se convierta en algo que va más allá de la amistad, y que tiene a la lealtad y al respecto como pilares principales de la relación.
La película esta dirigida por el veterano director australiano Bruce Beresford, un artesano con una extensa cantidad de películas en su curriculum pero de las que apenas destacan unos pocos títulos. Gracias y Favores, Crímenes del corazón y esta Paseando a Miss Daisy son sus mayores logros artísticos. Y es que Bruce Beresford es un director tan honesto como limitado, algo que recorta el alcance de todas sus películas, incluida esta. Pese a contar con colaboradores de lujo que ayudan a dar a la película un envoltorio cálido, su trabajo como director no consigue ensalzar una historia que está indudablemente supeditada a las virtudes del texto de la obra teatral en que se basa y no a su traslación a la pantalla grande.
Así, si la película acaba llegando a buen puerto es gracias a la sutileza de unos diálogos y unas situaciones que acaban resultando entrañables sin que por ello pierdan contenido y complejidad. Paseando a Miss Daisy se acerca a temas como el racismo, el más evidente, la tercera edad y las relaciones humanas de forma ligera, cercana, pero nunca superficial.
(sigue sin spoiler)
Pasaeando a Miss Daisy es una de esas películas. Supongo que tras ganar el Oscar sus ingresos aumentaron considerablemente en todo el mundo, ya que además estaba recién estrenada. Pero después de veinte años su Oscar se recuerda como algo excesivoy gratuito, algo que daña la imagen de una película que no lo merece, ya que, por encima de todo, Paseando a Miss daisy es una buena película, sencilla, pequeña, entrañable y emotiva, apoyada en dos actores maravillosos.
La historia comienza cuando Miss Daisy, una intratable anciana sureña, tiene un serio percance con el coche a la salida de su garaje. Tras el accidente se compra un coche nuevo, pero su hijo no deja que lo conduzca para evitar nuevos problemas. Para ello contrata a un chofer negro que será quien traslade a Miss Daisy cada vez que necesite desplazarse en coche. Obviamente la reacción de la señora no se hace esperar y rechaza de pleno al chofer. Solo la paciencia de su hijo y, especialmente, del chofer, hacen que a lo largo de los años la actitud de la mujer vaya cambiando hasta conseguir que el vínculo entre el honesto chofer negro y la testaruda anciana sureña se convierta en algo que va más allá de la amistad, y que tiene a la lealtad y al respecto como pilares principales de la relación.
La película esta dirigida por el veterano director australiano Bruce Beresford, un artesano con una extensa cantidad de películas en su curriculum pero de las que apenas destacan unos pocos títulos. Gracias y Favores, Crímenes del corazón y esta Paseando a Miss Daisy son sus mayores logros artísticos. Y es que Bruce Beresford es un director tan honesto como limitado, algo que recorta el alcance de todas sus películas, incluida esta. Pese a contar con colaboradores de lujo que ayudan a dar a la película un envoltorio cálido, su trabajo como director no consigue ensalzar una historia que está indudablemente supeditada a las virtudes del texto de la obra teatral en que se basa y no a su traslación a la pantalla grande.
Así, si la película acaba llegando a buen puerto es gracias a la sutileza de unos diálogos y unas situaciones que acaban resultando entrañables sin que por ello pierdan contenido y complejidad. Paseando a Miss Daisy se acerca a temas como el racismo, el más evidente, la tercera edad y las relaciones humanas de forma ligera, cercana, pero nunca superficial.
(sigue sin spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Pero, sin duda, si por algo es recordada la película es por la extraordinaria pareja protagonista. Morgan Freeman y Jessica Tandy interpretan a Hoke y Miss Daisy con una ternura que apunta directa al corazón del espectador. Morgan Freeman refleja el paso de los años en su rostro con una emoción que va más alla de cualquier capa de maquillaje, mientras que Jessica Tandy alcanza la gloria en una última parte, donde una desorientada y perdida Miss Daisy se da cuenta de lo que Hoke ha significado en su vida durante todos esos años. Son momentos de una humanidad desarmante que, seguramente, elevan la película muy por encima de lo que realmente es.